DONOSTIA. Las pruebas de ADN a las que accedió a someterse el presunto autor del asesinato de Amaia Azkue tras confesar la autoría de este crimen el pasado miércoles han arrojado resultado positivo, han informado hoy a Efe fuentes del caso.
Según estas fuentes, las muestras conseguidas con el consentimiento de este vecino de Azpeitia, que ayer mismo cumplió 18 años, han resultado coincidentes con las obtenidas por la Ertzaintza durante la investigación.
Asimismo, el cotejo de las muestras dactilares del joven, que se encuentra internado desde el miércoles en régimen cerrado en el centro de reforma de menores Ibaiondo de Zumarraga, han permitido constatar su correspondencia con una huella localizada durante las pesquisas que la Policía Autonómica Vasca ha realizado sobre este crimen.
Los resultados de estas pruebas dan casi por finalizada la investigación formal de este asunto, junto a la confesión que el presunto asesino hizo a última hora de la tarde del pasado miércoles ante la Fiscalía de Menores de Gipuzkoa donde se presentó junto a su padre y un abogado, tras haber sido citado por la mañana en la Comisaría de la Ertzaintza de Azkoitia.
Para entonces, la "exhaustiva" investigación policial desarrollada por la Ertzaintza en este caso había permitido establecer una serie de indicios muy concretos que ya apuntaban a la presunta autoría de este joven.
Según la versión del crimen facilitada ayer por la Ertzaintza, "el crimen se cometió a primera hora de la tarde del pasado 16 de marzo, cuando Amaia Azkue recogió al joven en su vehículo en Zarautz" para trasladarlo hasta Azpeitia.
Durante el viaje, "el menor la habría amenazado", le sustrajo diversos enseres, incluidas tarjetas de crédito, y "posteriormente acabó con su vida golpeándola fuertemente en la cabeza".
Después "abandonó el cuerpo, maniatado, en el embalse de Ibai-Eder y trasladó el vehículo de la víctima hasta el aparcamiento de Loiola".
Según fuentes del caso, en su confesión el presunto asesino dijo que había decidido entregarse por arrepentimiento, si bien en su declaración no concretó importantes detalles sobre la muerte de esta vecina de Zarautz, de 39 años.
El relato del joven contenía aspectos que casaban "muy mal" y que aún están siendo objeto de investigación, y éste no precisó cómo se produjo el crimen más allá de admitir que golpeó a su víctima y la mató, sin ofrecer más detalles.
Después de que el joven decidiera entregarse, agentes de la Ertzaintza registraron su domicilio de Azpeitia, donde localizaron nuevas evidencias que se añadieron a la investigación que continúa bajo secreto sumarial.
La Ertzaintza destacó ayer la "especial intensidad" del esfuerzo policial realizado "para esclarecer el caso y detener al culpable, con una treintena de especialistas de investigación criminal volcados de manera permanente y apoyados por todo el conjunto de unidades de Gipuzkoa". 08/19/12-14/11