Vitoria. La Blanca es cada vez más extrovertida. El programa de festejos en honor a la patrona de la capital alavesa año tras año consigue rebasar el interés de más foráneos, como demuestra el incremento de un 8% del número de personas que se acercaron a la oficina de turismo de Vitoria. En concreto, 5.067 visitantes solicitaron información en las oficinas de la Plaza España durante los seis días que duraron estas celebraciones, lo que significan 371 más que en 2010.
Para el alcalde, Javier Maroto, se trata de unas cifras de turismo sin "precedentes en esta ciudad", dado que su cartel "cada vez más abierto" ha logrado suscitar el interés de gente de "diferentes orígenes". No en vano, su objetivo social es el que guía la programación de sus actos, dirigidos para todos los públicos. Incluidos también los vitorianos que carecen de recursos, tanto para irse de la urbe en vacaciones, como para permitirse el lujo de gastarse una entrada. "Las fiestas de Vitoria se caracterizan por ser populares, para todo el mundo, para vivirlas en la calle, para disfrutar una txaranga, para ver un concierto o los fuegos artificiales con muchos actos que sean económicos o, cuando no, gratis. Ése es el espíritu de La Blanca, el del servicio público", precisó un "satisfecho" Maroto por la asistencia conseguida este año.
Mayoría de vascos Pese a que cada vez es más común oír acentos extranjeros entre los participantes de La Blanca, cabe destacar que muchos de ellos no suenan tan raro, si se tiene en cuenta que la mayoría de los participantes llegan de los territorios vecinos. Euskadi ocupa el primer puesto en cuanto a la procedencia de los turistas, con un 31%, seguido por Cataluña, con un 22,37%. En lo que sí que hay grandes sorpresas es en el incremento de los que vienen de la Comunidad Valenciana, quienes han logrado arrebatar el trono que hasta ahora ocupaban los madrileños, aunque no por mucho. Los primeros suponen un 10,99% de los visitantes totales y los segundos un 9,47%.
El mayor día de afluencia se registró el sábado, jornada en la que se contabilizaron hasta 1.015 personas en la oficina de turismo. Aunque este hecho en un principio parece que se pudiera explicar por ser el día de la semana preferido por la juventud para salir por la noche, el año pasado el viernes fue el que más triunfó, con 965 visitas, mientras que en 2009 fue un jueves, con 995 foráneos deseosos de recabar más información sobre Vitoria.
El segundo día que más participantes concentraron estas celebraciones fue el viernes, con 892 personas, seguido muy de cerca por el de la bajada de Celedón, que cayó en jueves, con 890.
De un análisis minucioso de los datos también se pueden extraer otras conclusiones. La más significativa al respecto es el hecho de que el sábado haya sido el día de más turistas en la capital alavesa no implica que éste sea el de la jornada en el que hayan aumentado más las cifras con respecto a las del año pasado. De hecho, el día grande, que esta edición fue un viernes, es en el que se notan más diferencias con respecto a la pasada edición, con 116 personas más por día, seguido del último día, el martes, con 115. No pasa lo mismo con el lunes, el peor, con cinco personas menos, pero porque esta penúltima jornada de cartel esta vez no caía en domingo.