SIDNEY. El segundo jefe de la Policía Nueva Gales del Sur, Marck Murdoch, confirmó en rueda de prensa que el artefacto colocado alrededor del cuello de Madeleine Pulver, de 18 años, era falso, aunque "muy bien hecho y sofisticado".
"Ha resultado ser un engaño muy pero muy bien elaborado", apuntó el mando policial en conferencia de prensa.
En la operación participaron expertos en explosivos de la Policía Federal Australiana y militares británicos, dijo Murdoch.
La primera ministra de Australia, Julia Gillard, dijo que el caso le recordaba a esos de ficción de las películas de intriga.
"Cuando esta mañana he leído los diarios lo primero que he dicho es que se parecía a un guión de Hollywood", señaló la jefa del Gobierno a los periodistas.
Gillard añadió que es "realmente impresionante" que sucesos como este y difíciles de imaginar ocurran en Australia, donde los medios de comunicación informaron en directo del caso.
El artefacto fue sujetado a la joven mediante "una cadena o algo similar" por un desconocido que penetró en la vivienda familiar ocultando su rostro con un pasamontañas y que dejó escrita una nota "advirtiendo de una amenaza muy precisa", señaló Murdoch.
"Por una razón en particular el delincuente se metió en un gran problema, pero lo que le motivó es lo que la Policía intenta determinar", subrayó.
A raíz de la supuesta amenaza explosiva se montó un dispositivo policial en el barrio de Mosman, habitado por gente adinerada, y se procedió a la evacuación de las casas próximas a la que los artificieros trabajaron para retirar el artefacto a la chica.
La Policía baraja la hipótesis de que se trata de un caso de extorsión y lleva a cabo una investigación para conocer si la familia Pulver había sido antes blanco de amenazas.