m. cifuentes
vitoria. La Oferta Pública de Empleo (OPE) presentada el pasado martes por el Gobierno Vasco continúa recogiendo críticas y rechazo. Y lo hace, además, en varios sentidos. Porque, si bien hasta el pasado jueves los reproches se centraban en el drástico recorte al peso que tendrá el euskera, ayer fueron las condiciones de las plazas ofrecidas el motivo principal de queja. Según opinaron en un comunicado el Sindicato Médico (SME) y la Federación de Facultativos de Hospitales de Euskadi (FFHE), algunos aspectos de la convocatoria de Sanidad pueden ser "inconstitucionales", lo que lleva a ambos colectivos, anunciaron, a impugnar la OPE.
Las dos organizaciones, "representantes de la mayoría de los médicos" de Osakidetza, consideran que esta convocatoria contiene algunos aspectos de "legalidad más que dudosa", que incluso podrían llegar a "vulnerar diversos derechos constitucionales", y que motivarán ese recurso ante los juzgados correspondientes. Además, manifiestan su "total" oposición a la Oferta Pública de Empleo, exponiendo, entre otros, los siguientes motivos.
El primero, el número de plazas, a su entender "insuficiente". "Osakidetza ha convocado un número de plazas que, siendo ciertamente respetable, no es sino una fracción del volumen de empleo eventual que todavía sigue soportando nuestra Sanidad pública. Estabilizar un mayor número de plazas no supondría un coste económico adicional", argumentan a ese respecto.
El segundo, la "indefinición e incertidumbre" que existe, según indican, en las plazas a convocar. "No se fijan criterios objetivos y susceptibles de control externo para determinar qué plazas se convocan y cuáles no. No se especifica una fecha de corte que seleccione, de forma objetiva e imparcial, qué destinos integrarán la oferta de OPE", exponen los dos colectivos. Para ellos, esa situación genera otra de "incertidumbre general entre el personal eventual", que "ignora si el destino que ocupa en estos momentos terminará en un concurso de traslados, integrará la oferta a OPE, o le sonreirá la suerte y se mantendrá en situación interina, en cuyo caso conservará el empleo hasta el siguiente concurso".
Además, lamentan, y éste es el tercer motivo expuesto, el "déficit de control externo". "Por primera vez, los tribunales de la oposición no van a integrar ningún vocal propuesto por la representación de los trabajadores, los colegios profesionales o las sociedades científicas de cada especialidad médica", aseguran. Y ello, entienden, supone "que ninguna institución independiente de la dirección de Osakidetza podrá proponer miembros para los tribunales, con la consiguiente merma de las posibilidades de control externo del proceso concursal".
En cuanto a la cuarta razón, ésta tiene relación con la modalidad de examen de acceso. Ambas organizaciones expresan su "total desacuerdo" con el método elegido por Osakidetza ya que "resulta imprescindible una reforma en profundidad del sistema de acceso a las plazas ofertadas". Un sistema, añaden, que, "valorando el nivel de conocimiento teórico, no suponga un via crucis repetido para los médicos que llevan años de trabajo en interinidad y han demostrado su aptitud una convocatoria tras otra".
Las dos organizaciones aseguran que su oposición "no es una casualidad" y recuerdan que la dirección de Osakidetza "no ha conseguido el apoyo de ninguna organización sindical para este concurso".