Aunque la calidad de agua de los pantanos alaveses es excelente, sus aguas bajarán revueltas desde el próximo 27 de julio, fecha en la que está prevista una convocatoria de huelga por parte de los 10 socorristas que, según denunciaron ayer, han sido despedidos. Al parecer, el pasado 14 de julio se desencadenó el conflicto tras el "despido improcedente" de uno de los trabajadores que se negó a firmar un contrato sin derecho de subrogración, pese a su "antigüedad", para que así no se "abarate el mercado de trabajo".