vitoria. Álava se viste de gala de cara al verano. Inmersos ya en pleno periodo estival, el territorio pretende mejorar el tránsito de vehículos en las ya tradicionales operaciones salida y llegada y, también, adecuar la red viaria para el uso habitual de los conductores de la provincia. De hecho, ésta estrenará en breve tres de los proyectos de mayor envergadura de los últimos meses. Dichos trabajos permitirán no sólo establecer una velocidad media más estable, sino reducir los nudos de circulación que se producían en algunos tramos de la red, aumentar la accesibilidad a ciertos puntos y reforzar la seguridad en las carreteras.

Para conseguirlo, el Departamento de Transportes y Obras Públicas de la Diputación alavesa ha consignado una inversión de alrededor de 15,6 millones de euros para mejorar un recorrido total de 19 kilómetros en estas actuaciones que, en algún caso, ya tiene el visto bueno foral mientras que, en otros, verán la luz de forma inminente. Es el caso de la mejora de la peligrosa carretera A-3314 desde su intersección en Subijana-Morillas hasta Andagoia, una de las obras de mayor complejidad técnica abordada en los últimos años junto a las de la AP-1 y la N-I. Esta adecuación, aprobada por el Consejo de Diputados en julio de 2008 e iniciada por la Unión Temporal de Empresas (UTE) Febide-Cavosa-Sacyr un año más tarde, ha logrado cerrarse según los plazos estimados. De esta forma, se garantiza el acceso en buenas condiciones al valle de Kuartango con una velocidad media de 60 kilómetros por hora gracias a las actuaciones en un total de 13 kilómetros de comunicaciones. Para todo ello se ha destinado una partida de de 11 millones.

El proyecto ha dotado a la vía de un ancho de entre seis y siete metros con arcenes de medio metro cada uno, en ambos lados, que antes no existían. La renovación ha incluido el ensanche del túnel de Tetxa, con 234 metros de longitud, así como la misma sección de arcenes a las que se han añadido aceras en cada sentido de 0 ,75 metros. Éste ha sido uno de los tramos de mayor complejidad dentro de los trabajos ya que paralelamente discurre la vía del ferrocarril y fue antes de la remodelación escenario habitual de desprendimientos y accidentes por la imposibilidad de maniobrar. Precisamente, esta intervención obligó en su día a cortar la carretera y derivar el tráfico por la autopista.

La mejora también ha mejorado las intersecciones de acceso a Aprikano, Zuazo de Cuartango, Urbina de Eza, Etxabarri-Cuartango, Sendadiano, Katadiano y Andagoia. Asimismo ha eliminado los accesos directos con escasa visibilidad y ha construido caminos de servicio para la reposición de esas entradas atendiendo siempre a la recuperación ambiental debido al perfil de la carreteras, que discurre entre sierra y río. Además, también se ha previsto la colocación de barreras de seguridad para vehículos de dos ruedas en diferentes curvas del recorrido, que suman más de 1,5 kilómetros de longitud.

Pero Añana no será la único cuadrilla que presumirá este verano de nuevas infraestructuras. De hecho, Rioja Alavesa también disfruta ya de las recién estrenadas mejoras de su red viaria. Los más de 2.000 usuarios que a diario transitan por la carretera Briñas-San Vicente ya han estrenado estos días las ventajas del acondicionamiento de la A-124, que les permite alcanzar una velocidad media de 80 kilómetros por hora. La intervención ha actuado en dos fases. En un primer lugar, en el tramos entre Briñas y Labastida y, por otro lado, entre este último punto y el término de San Vicente de la Sonsierra. Los trabajos han transformado la bacheada calzada de seis metros sin arcenes en otra de 7 con sus arcenes de 1,5 metros.

No es la única mejora aplicada en esta comarca. A pocos kilómetros de allí, la empresa foral Arabako Lanak ha terminado los trabajos para adaptar el trazado sinuoso de la carretera A-3214 entre Elciego y Villabuena, incluyendo la multitud de accesos a fincas limítrofes. Y es que esta vía de la red de comunicaciones de Rioja Alavesa contaba con un recorrido deteriorado y con desniveles debido en gran parte a los más de 400 vehículos que circulan a diario por la zona (un 10%, transporte pesado).

La calzada cuenta ahora con una anchura de seis metros con bermas y arcenes de medio metro. Se ha mejorado la seguridad en el giro de algunas curvas peligrosas con la habilitación de una anchura superior a la media de la vía en estas zonas. Además, se han instalado unos quitamiedos para la protección de los motociclistas.