vitoria. A partir de los procesos judiciales seguidos el año pasado, la Fiscalía de la Audiencia Provincial ha confirmado la proliferación de diversos grupos de delincuencia organizada que actúan sistemáticamente en Álava y que se dedican, fundamentalmente, a la comisión de delitos contra el patrimonio.
En robos de domicilios se han detectado dos grupos. Uno de ellos es de origen georgiano, tiene sede en Cataluña y dispone de diversos pisos francos en el centro de Vitoria para alojarse cuando sus miembros se desplazan a la capital alavesa. En ellos, suelen ocultar efectos destinados a su ilícita actividad y el producto de los robos por breves periodos de tiempo. Su ámbito de actuación es el casco urbano de Vitoria. También se confirma la actuación de otro grupo, esta vez de origen magrebí y con sede operativa en Bizkaia. Su ámbito de actuación se centra en la zona rural, donde suelen asaltar chalés y caseríos. En lo referente a robos en empresas, cuatro grupos se reparten el pastel, todos ellos ciudadanos de países del Este y con sede en provincias limítrofes. De ellos preocupa especialmente uno con sede operativa en la provincia de Burgos y que se caracteriza por ser especialmente violento.
También existen grupos organizados para cometer estafas por el sistema del tocomocho. En este caso, se alerta de la existencia de dos organizaciones diferentes, una de ciudadanos españoles y otro de diversas nacionalidades latinoamericanas. Ambos grupos se caracterizan por su movilidad, lo que dificulta su captura.
La modalidad de estafa conocida como wash&wash ha sido utilizada por una banda de subsaharianos que ha actuado en cuatro ocasiones en Álava durante el año 2010.
hurtos a mayores Por último, aparecen los hurtos a personas mayores por parte de grupos organizados. Estas bandas sustraen importantes cantidades de dinero a los ancianos justo después de que estos lleven a cabo importantes extracciones de dinero en metálico de diferentes entidades bancarias. Dos grupos, uno de origen latinoamericano y otro magrebí, se han especilizado en estos atracos que, salvo raras excepciones, suelen ejecutarse sin ningún tipo de violencia.
El creciente negocio del tráfico de drogas en Álava también ha estado relacionado, lógicamente, con la actividad de las bandas. Durante el pasado año se llevaron a cabo tres entregas vigiladas de estupefacientes -2 de cocaína y 1 de hachís- provenientes de Latinoamérica o África y en todas ellas resultó muy complejo determinar la identidad del destinatario de los envíos, ya que los delincuentes suelen dirigirlos a domicilios con diversos ocupantes de origen extranjero. "No tienen relación entre ellos y el verdadero destinatario suele solicitar que el envío se haga a nombre de otro morador e, incluso, de menores de edad", advierte la Fiscalía.
En materia de falsificación y utilización indebida de tarjetas de crédito, a pesar de que se han detectado varios casos llevados a cabo en suelo alavés, no se ha podido constatar la actuación de una organización criminal asentada en el territorio a causa de la gran dispersión de los casos.