BERLÍN. El citado instituto precisó que de los 22 fallecidos 15 murieron afectados por el síndrome urémico hemolítico (SUH) y 7 por otras causas derivadas de la grave infección, que ha afectado hasta el momento a unas 2.000 personas en Alemania y cuyo origen continúa siendo un misterio.

Añadió que los fallecimientos se concentran todos ellos en estados federados en la mitad norte de país, con, entre otras, seis muertes en la Baja Sajonia, cinco en Schleswig-Holstein, cuatro en Renania del Norte-Westfalia y tres en Hamburgo.

La ministra alemana de Agricultura y Defensa del Consumidor, Ilse Aigner, ha rechazado las críticas a la gestión de la crisis contra las autoridades germanas por supuesta descoordinación y la comunicación incluso de informaciones contradictorias.

"En la actual situación trabajamos todos juntos", afirmó anoche Ilgner en la primera cadena de la televisión pública alemana ARD, ante la que aseguró que "no existen en absoluto rivalidades por las competencias" entre las autoridades federales y las regionales.

Pese a que las primeras pruebas realizadas en una granja de semillas germinadas de la Baja Sajonia han resultado negativas, el ministerio competente de ese Land ha insistido en que se mantienen las sospechas contra esa empresa de ser el foco principal de la enfermedad.

Las autoridades sanitarias de ese estado federado informaron ayer de la ausencia de "E.coli" en las primeras 23 muestras de brotes vegetales analizadas, a las espera de los resultados de otros 17 análisis que podrían hacerse públicos hoy.

Según indicaba el comunicado oficial, la investigación está siendo complicada, porque desde que se declarara el brote ya han pasado varias semanas y los productos sospechosos debieron ser consumidos hace tiempo.

El ministerio federal de Agricultura y Defensa del Consumidor mantiene mientras tanto la alerta y recomienda no consumir brotes vegetales crudos, así como tomates, pepinos y lechugas u otras verduras crudas para ensaladas en el norte del país.