Vitoria. Araia se levantó ayer sobresaltada por las andanzas de un asaltante nocturno que había atacado los coches de dos vecinos durante la noche. Eran las 6.00 horas cuando Tomás Agirre se disponía a salir de su casa para acudir a su granja para ordeñar las ovejas, circunstancia que repite cada mañana. Pero sus sorpresa fue mayúscula cuando descubrió que su ganado tendría que esperar. Al acercarse a la parte trasera de su domicilio, donde la noche anterior había estacionado su auto, empezó su pesadilla. El todoterreno Mitsubishi de su propiedad estaba esperándole, pero totalmente destrozado. Tres lunas y el piloto trasero rotos eran el triste balance de una noche agitada. Unos destrozos que, a pesar de la cercanía de los hechos, la familia no había percibido.

En un primer momento, este ganadero pensó en un robo ya que la documentación estaba esparcida por el suelo, así como la ropa e instrumental de campo que habitualmente porta en el vehículo. Pero lo cierto es que tanto las cartillas como los papeles del coche aparecían cerca del turismo o en los alrededores. De hecho, sólo una libreta de la caja permanecía desaparecida ayer a mediodía. "Estaba todo tirado por ahí: las cartillas, las hojas, la ropa, los prismáticos... Un desastre", lamentaba Agirre en medio del desaguisado.

Poco después, se enteraba de que el suyo no había sido el único caso en el pueblo. Un compañero ganadero también había sufrido la ruptura de una luna trasera de su turismo durante la noche. A la hora de denunciar el incidente ante la Ertzaintza, la misma Policía autonómica le preguntó sobre la posibilidad de que se tratara de alguna rencilla personal y fue entonces cuando este ganadero empezó a valorar otras posibilidades como causa del suceso.

A pesar de que Agirre afirma no tener ningún enfrentamiento abierto con los vecinos, sí barajó dos opciones que le podían haber creado algún detractor. Por un lado, el ganadero recordó que el hecho de presentarse como suplente en la lista de los independientes para el Ayuntamiento de Araia en las últimas elecciones puede no haber gustado a todo el mundo. Pero, aun así, la hipótesis que más fuerza toma es la opción de la polémica generada por un grupo de pequeños ganaderos, entre los que se encuentra esta víctima, que se muestran en desacuerdo con el calendario de ganado mayor existente. De hecho, el otro compañero que ha sufrido daños en su vehículo, también posee cabezas de ganado.

incómoda normativa En la actualidad, la normativa establece que los pastores deben tener a su ganado fuera del monte entre principios de año y finales de marzo, una situación que obliga a los profesionales a tener unas infraestructuras para estabular a la cabaña durante ese periodo. "Queremos quitar ese calendario porque nos obligan a cumplirlo aunque no tengamos infraestructuras. ¿Ahora, a los 57 años, me voy a poner a invertir en establos cuando estoy pagando todavía el tractor y la maquinaria?", pregunta.

Esta situación se hace especialmente complicada en el caso de estos pequeños ganaderos debido a la crisis que les lleva a recibir el pago por sus productos mucho más tarde de lo habitual. "Yo, si hay suerte, voy a cobrar la leche de enero en junio. Las instituciones tienen que ayudar a los pequeños no a las grandes empresas como están haciendo, porque van a conseguir que desaparezcamos", explica Agirre, que reconoce que su ganado de ovejas se ha reducido de 300 cabezas a algo menos de la mitad.

De momento, este ganadero de Araia sólo pensaba ayer en cómo superar este revés. La investigación queda ahora en manos de la Ertzaintza, que será la encargada de establecer si en el incidente han tenido que ver motivos personales o si simplemente se ha tratado de un amigo de lo ajeno que ha decidido hacer su agosto en esta localidad de la Llanada.