vitoria. Álava camina firme hacia un escenario donde los pacientes terminales, aquéllos que necesitan de cuidados paliativos en la recta final de su vida, disfrutarán de un sistema que responda a sus verdaderas necesidades. Aunque el margen de mejora todavía es amplio, el trabajo realizado de la mano por los especialistas en este campo y la dirección territorial del Departamento de Sanidad ha comenzado a dar sus frutos. Al progresivo desarrollo de la primera red integral de cuidados paliativos de Osakidetza en la provincia, un hito desvelado en su día por este periódico, se unirá en los próximos meses la redacción definitiva de un plan global, también de ámbito territorial, que pretende sentar unas bases si cabe más sólidas para la atención de estos usuarios, cada vez más numerosos debido al envejecimiento de la población.

Varios grupos de trabajo dedican actualmente sus esfuerzos en dar forma a un documento pionero que comenzará a pasar al terreno a finales de año, probablemente en octubre, en la provincia. Éste servirá para mejorar el seguimiento a los pacientes y facilitar su tránsito entre los distintos niveles asistenciales, siempre en función de sus deseos y necesidades: Hospital de agudos, unidad de media estancia (Leza o Clínica Álava) o el propio domicilio. La creación, más a medio plazo, de una unidad hospitalaria para complicaciones agudas y estancias cortas cerraría el círculo asistencial, a juicio de los responsables de la Sociedad vasca de Cuidados Paliativos, Arinduz.

Ésta fue, precisamente, una de las reivindicaciones que ayer trasladaron a la Comisión de Sanidad del Parlamento Vasco, a la que acudieron a solicitud de la parlamentaria jeltzale Fátima Ansotegi. El presidente de Arinduz, Alberto Meléndez, acompañado por parte de su equipo, incidió en las necesidades que se le acumulan a esta especialidad y, sobre todo, a los pacientes que requieren de cuidados paliativos. "Tenemos ladrillos, nos faltan el plano y los arquitectos, pero se están dando pasos", sintetizó Meléndez metafóricamente.

A juicio de Arinduz, Euskadi necesita un plan moderno -y global- que incorpore toda la evidencia de la que disponen los profesionales de paliativos, con la figura de un coordinador "que garantice la equidad en el acceso a los recursos". También, crear servicios específicos, equipados con psicólogos, trabajadores sociales o agentes espirituales, para lograr "la mejor atención posible".

El jefe del servicio de limpieza de Santiago disparó primero, pronto contraatacó la gerencia del centro y, ahora, ha llegado el turno de las representantes de la subcontrata de limpieza Garbialdi, que desempeña su labor en el hospital gasteiztarra. La presunta falta de celo de la dirección de Santiago para impedir que se fume en el recinto hospitalario, tanto en sus estancias interiores como en sus accesos, vuelve a estar en el centro de la polémica tras la redacción de una misiva por parte de estas últimas llena de reproches y acusaciones. Carta con la que han empapelado buena parte del hospital de la calle Olaguíbel y que han remitido a los medios de comunicación a pesar de estar dirigida al gerente del centro. En concreto, el comité de empresa de Garbialdi y su delegada de prevención acusan al gerente de Santiago de "mentir a sabiendas" cuando asegura estar cumpliendo estrictamente la nueva Ley Antitabaco, llegan a dar por seguro que éste "permite fumar" en el centro.