MADRID. Así lo ha explicado este jueves la profesora Sánchez-Ramos, líder del grupo de investigación en Neuro-Computación y Neurorobótica de la UCM, quien ha destacado que su método es "el primero que puede detectar indicios de esta enfermedad de forma no invasiva en personas vivas y sin ningún efecto secundario". Hasta el momento, el Alzheimer sólo se ha podido diagnosticar con seguridad en el paciente muerto o a través de técnicas invasivas por aplicarse en el organismo del paciente.
Según esta investigadora, la idea de crear este método de diagnóstico partió de las investigaciones del profesor de la Universidad de Boston Lee E. Goldstein, quien demostró que los depósitos de péptidos betamiloides que se encuentran en mayor cantidad en un cerebro con Alzheimer no sólo se podían observar en el hipocampo de estas personas, sino que también eran visibles en su cristalino. Mientras que a Goldstein se le ocurrió diseñar un método de detección del Alzheimer basado en el uso de sustancias fluorescentes aplicadas en el ojo del paciente para encontrar estos depósitos por contraste, a Sánchez-Ramos se le ocurrió buscar estos indicios en los restos de cristalino que se desechan en las operaciones de cataratas, convirtiendo residuos orgánicos en muestras útiles.
Esta prueba se realizó con éxito en unos 30 pacientes que se sometieron a operaciones de cataratas y la mitad de ellos mostraron indicios de padecer esta enfermedad neurodegenerativa en distintos estadios. Según Sánchez-Ramos, "a partir de ahora una operación de cataratas podrá servir no sólo para mejorar la visión de un paciente, también para detectar antes indicios de Alzheimer y poder acceder a un tratamiento precoz en pacientes que puede que, en ese momento, ni siquiera presenten síntomas".
ACCEDER ANTES AL TRATAMIENTO
No obstante, puntualiza que "no se trata de un método de diagnóstico precoz", pues la prueba detecta indicios de la enfermedad cuando ya está presente, ni tampoco preventivo, pues las causas de la aparición de esta enfermedad aún son desconocidas. Ahora, señala, la clave estará en determinar la proporción de péptidos que son indicadores de la presencia de esta patología y su estadío.
En la actualidad, los investigadores de la UCM trabajan con diversos centros y hospitales de la Comunidad de Madrid para ofrecer este método a los pacientes. Los centros recogen los restos de cristalino en un 'kit' diseñado por Sánchez-Ramos y después los envían al laboratorio de la Complutense para su análisis. Entre estos hospitales se encuentran el de Getafe, el de Parla o el Infanta Sofía, además de varios hospitales privados que colaboraron con la investigación, indica la experta.
Sin embargo, el objetivo es que la patente de este método, cuya titularidad es de la UCM y que fue presentada por primera vez en 2009, se extienda a otros hospitales --por el momento a través de acuerdos individuales--, pueda llegar a otras comunidades autónomas e incluso, en un futuro, pueda comercializarse, una opción que, según Sánchez-Ramos, "dependerá de las administraciones".
Se trata de una prueba que no tendrá costes elevados, pues las técnicas de análisis necesarias ya existen y se emplean para estudiar otro tipo de sustancias. A juicio de esta investigadora, del método podrán beneficiarse "todos los pacientes con cataratas seniles", pues no hay ningún perfil para el que esté contraindicada.
LLAMAR A COLABORAR A UNIVERSIDADES, EMPRESAS Y ADMINISTRACIONES
Sobre su candidatura al Príncipe de Asturias, que se decidirá el próximo miércoles, 25 de mayo, la investigadora española se ha mostrado "encantada", ha dicho que este galardón tiene "una importante repercusión mundial", como muestra el hecho de que los candidatos proceden de todas las partes del mundo y ha señalado que, en todo caso, "ya sólo estar en la rueda nos da mucho juego y una necesidad enorme de agradecer a todos aquellos que han confiado en nosotros".
Sobre las patentes con firma española, ha dicho que permiten, a empresas y universidades, "retornar fondos para poder hacer más investigación y que las empresas inviertan con mayor seguridad sus fondos y que los productos finales se encuentren antes en el mercado y hagan el bien social que pretenden". "No se trata de que mis nieto o biznietos puedan tener este diagnóstico, se trata de que mis padres puedan beneficiarse, o la generación actual, de este método y para ello es preciso estar protegidos y que haya una implicación entre las universidades, las empresas y las administraciones y es en lo que trabajamos permanentemente, en intentar articular este sistema, que no es fácil", concluye.