Vitoria. La violencia de corte machista no descansa y rara es la semana en la que no se conocen nuevos casos con más víctimas, como la que tuvo que sufrir el martes por la tarde los arrebatos de su expareja. Entonces, un varón de 29 años fue imputado por agentes de la Policía Municipal, al parecer, por ser el responsable de una presunta agresión a la que fuera su novia, que aguantó como pudo una lluvia de puñetazos en su cara y tirones en el pelo. Se da la circunstancia de que la mujer había denunciado por malos tratos a su agresor horas antes de volver a padecer otro episodio de violencia de género.

Según indicaron a este diario fuentes de la Guardia Urbana de la capital alavesa, los hechos tuvieron lugar en un domicilio particular del Casco Viejo. En él, varios agentes tomaron declaración a la víctima, que confirmó que momentos antes su expareja le había pegado puñetazos en la cabeza y tirones de pelo.

El presunto agresor había actuado así después de mantener una discusión con su víctima porque ésta había presentado esa misma mañana una denuncia contra él por malos tratos. El sospechoso se marchó del piso tras la intervención de otros residentes.

En otro orden de cosas, un joven de 20 años fue detenido en Vitoria tras robar una bicicleta en el momento en que el dueño retiraba el candado para hacer uso de ella. Según informó ayer la Policía Local de la capital alavesa, los hechos tuvieron lugar diez minutos antes de la medianoche de ayer en el barrio El Pilar.

Violencia gratuita Cuando el dueño de la bicicleta se encontraba retirando el candado de la misma para hacer uso de ella, se le acercó el ahora detenido y le intimidó. La víctima del robo avisó a la Policía y facilitó la descripción del asaltante, que fue localizado en las cercanías poco después con la bicicleta y, en un bolsillo, el candado de la misma.

Por último, la Ertzaintza detuvo el pasado martes en Vitoria a un joven de 25 años de edad, por un delito de atentado a agentes de la autoridad después de protagonizar un altercado en un local de hostelería. Sobre las diez y media de la noche, la Ertzaintza fue informada de una pelea en un bar situado en el barrio de Salburua. Una patrulla desplazada al lugar pudo comprobar cómo varias personas tenían retenido a un joven en el exterior del establecimiento, el cual se encontraba bajo un aparente estado de agresividad. Diversos clientes indicaron a los agentes que éste se había visto implicado en un altercado en el que dos personas habían sufrido lesiones de carácter leve, uno en la cara y otro en una mano. Además, según se pudo comprobar, había causado algunos daños en el mobiliario del bar.

En el momento en que se procedió a identificar al agresor, éste golpeó en el pecho a uno de los agentes y lanzó un manotazo hacia la cara de otro de los ertzainas, que pudo esquivar el golpe. Ante esta reacción y los continuos insultos y amenazas proferidos por el joven, fue trasladado a dependencias policiales en calidad de detenido.