Bruselas. La Comisión Europea (CE) abrió ayer una consulta pública para recabar opiniones acerca de la mejor manera de reducir el uso de bolsas de plástico, en la que plantea cuestiones como si el cobro por su dispensación o la tributación serían eficaces, o incluso su prohibición.

La Comisión también pregunta en la consulta, que estará abierta hasta el próximo agosto en la página web http://ec.europa.eu/yourvoice/conultations/index_es.htm, sobre la mayor visibilidad de los productos de embalaje biodegradables y el fomento de los requisitos de biodegradabilidad en los envases.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, señaló que, hace 50 años, era "inusitado" utilizar las bolsas de plástico una sola vez, y denunció que "ahora las utilizamos unos minutos y contaminan nuestro medio ambiente durante décadas". "Las actitudes sociales evolucionan y hay deseo de cambio. Por eso estamos estudiando todas las opciones, incluida la de prohibir las bolsas de plástico a escala europea", comentó.

Según datos de la CE, el ciudadano europeo medio consume cada año aproximadamente 500 bolsas de plástico, la mayoría de las cuales se emplea una sola vez. Su bajo peso y pequeño tamaño supone que escapen a la gestión de residuos y acaben en el medio marino, donde su degradación puede llevar cientos de años, denunció la CE. Bruselas destacó que algunos Estados miembros han tomado medidas para reducir el uso de bolsas de plástico mediante intervenciones en los precios, acuerdos con el sector minorista y prohibición de determinados tipos de bolsas, pero subrayó que no existen disposiciones específicas dentro de la UE.

Cambio de legislación En marzo de 2011, los ministros comunitarios de Medio Ambiente debatieron el impacto medioambiental de las bolsas de plástico y señalaron que es necesaria una actuación eficaz a nivel europeo. La consulta también reúne opiniones sobre la conveniencia de los requisitos vigentes sobre compostabilidad y biodegradabilidad de la actual directiva europea de envases. Esta legislación no prevé una distinción clara entre productos biodegradables en condiciones naturales y productos compostables, que sólo se degradan en instalaciones industriales de compostación.

"La publicidad de un producto como biodegradable si no lo es realmente en condiciones naturales puede inducir a engaño y contribuye a la proliferación de basura", concluyó la CE. La extrema duración estas bolsas hace que ahora haya unos 500 toneladas de plástico flotando sólo en el mar Mediterráneo.