Vitoria. En abril, aguas mil; y en San Prudencio, calor y tiempo calmado. Al menos, sobre el papel. Las previsiones meteorológicas elaboradas bajo concienzudos procesos científicos se atreven a desafiar el carácter meón del santo alavés. Es más, dictaminan un clima agradable para disfrutar de la romería de hoy en Armentia sin la necesidad de asirse al paraguas como compañero de asueto junto a caracoles, perretxikos y rosquillas.
En concreto, desde el Agencia vasca de Meteorología (Euskalmet) explican que la bondad meteorológica nacida ayer proseguirá a lo largo de la jornada de hoy bajo los parámetros de un ambiente soleado. En principio, los más madrugadores (o los más trasnochadores, según se mire) se encontrarán a primeras horas de la mañana con brumas y nieblas, al igual que ayer. Incluso, los más agoreros tendrán la oportunidad de despotricar contra las previsiones y contra los meteorólogos al comprobar cómo se imponen durante algunos momentos del día intervalos nubosos. Sin embargo, sólo será una pequeña amenaza, ya que el sol tomará protagonismo según pasen las horas para glorificar las andanzas del otrora santo meón. Para disfrute de propios y extraños, todo parece indicar que Álava podrá disfrutar de otro día primaveral en el que los termómetros despuntarán con temperaturas que rondarán los 20 grados centígrados y en el que la lluvia brillará por su ausencia. Según los baremos manejados por los técnicos de Euskalmet, la capital alavesa verá oscilar las temperaturas entre los siete grados de mínima y los 19 de máxima. Más al sur, en el corazón de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, Laguardia venerará al patrón entre 8 y 20 ºC. Por lo tanto, y de materializarse las previsiones, la jornada reeditará lo ocurrido hace un año, cuando el astro rey decidió ponerse pesado y calentar como pocas veces lo hace en verano en estos lares.
Pero claro, todo esto sólo es la previsión científica, que nada o poco tiene que ver con los designios divinos. Y ahí, San Prudencio tiene mando y plaza, al menos, en las cuestiones meteorológicas que afectan al día de todos los alaveses. Su opinión acostumbra a hacer variar como lo hace una veleta ante el soplo del viento las altas y las bajas presiones, los anticiclones y las depresiones. Cuando todo parece que apunta a blanco, aparece negro; y viceversa para dar unos resultados que en muchas ocasiones acostumbran a concluir como imprevisibles.
De ahí que predecir el tiempo que hará a unas horas vista resulte, cuanto menos, complicado y eso, en vísperas de la celebración de San Prudencio, patrón de los alaveses, se convierte en un verdadero quebradero de cabeza para aquellos que gustan de celebrar los festejos en la calle, como mandan los cánones. En cualquier caso, hoy, haga un calor abrasador, llueva, nieve o caigan chuzos de punta, todos los habitantes de este territorio histórico están llamados a comilonas y jaranas y a comprobar en persona si el santo vuelve a recibir su apelativo familiar.
En principio, los días previos al 28 se han caracterizado por una inestabilidad acuciante, con mucha lluvia y unas nubes de cariz amenazante. Sin embargo, el cambio del tiempo parece haber estabilizado las altas temperaturas, en una especie de guiño a la fiesta y a la romería, tan castigada en otras ocasiones. Lo que ocurre es que los que saben de esto dicen que la meteorología es una ciencia que es fiable principalmente en lo inmediato. Dicen que intentar hacer predicciones resulta harto complicado y que la primavera, precisamente por estas fechas, es la época con cambios más virulentos e imprevisibles.