vitoria. El número de accidentes ha experimentado en los últimos años un descenso continuado gracias a las campañas de Tráfico y a la mayor responsabilidad de los conductores, pero la realidad demuestra que todavía son demasiados los accidentes que podrían evitarse con un grado más de cautela. Sobre todo, practicada por los más jóvenes. Así lo indican los últimos estudios realizados por la compañía aseguradora Direct seguros que demuestran que en Euskadi son los conductores menores de 25 años los que protagonizan el mayor número de siniestros graves. Acudiendo a la fría estadística, cuatro de cada diez incidentes tienen como conductor a una persona de esta edad, mientras que los percances en los que están implicados mayores de 46 años no llegan al 2,3%.
Una circunstancia que se refleja también en la antigüedad del vehículo implicado. Porque la combinación de joven con automóvil nuevo parece ser la más peligrosa. Y es que, a pesar de que habitualmente los coches recién comprados son los mejor preparados y con la puesta a punto más actualizada, se demuestran como los más propensos a sufrir siniestros graves en el País Vasco. De hecho, la tasa de incidentes de este tipo entre vehículos de menos de dos años es de un 13,4%, mientras que en aquellos de más de 11 años es de tan sólo el 0,6%. Un dato que apunta más a las prácticas de sus propietarios que a la falta de seguridad de los mismos. Y es que, los coches son cada vez más seguros pero las personas que se ponen al volante los ponen demasiado a prueba. Así lo demuestra también el último estudio foral de accidentalidad en el territorio, que destapa que el 72% de los siniestros se debe a factores relativos al conductor. De hecho, en Álava la distracción, la velocidad y la infracción de una norma de circulación son las causas más habituales de un accidente.
Unos factores que son controlables y que pueden servir para contrarrestar otros aspectos imprevisibles como la climatología. Y es que, según señala el estudio, el otoño es la época del año en la que más accidentes se registran en Euskadi. Tres de cada diez siniestros acaecidos en la red viaria vasca suceden en una estación que es especialmente cruda para la conducción ya que la lluvia, los fuertes vientos y, en ocasiones, la niebla típicas a esas alturas del ejercicio son los peores compañeros de viaje para cualquier conductor. De hecho, también es cuando más accidentes graves y colisiones se producen. Sobre todo, en fin de semana. Porque, aunque la siniestralidad total es mayor entre semana, es en sábado y domingo cuando los vascos sufren un 72% más de incidentes de relevancia.
PAREJA Y PRUDENCIA Y a la hora de establecer el perfil del protagonista de los percances se establecen diferencias claras en cuanto a sexo y condición. Por ejemplo, a pesar de que las mujeres protagonizan algo más a menudo los siniestros que los hombres, son estos últimos los que triplican su presencia en los de carácter grave. La estadística señala también datos curiosos como la mayor prudencia de los conductores con pareja. Y es que, la tendencia vasca muestra que los solteros tienen una mayor probabilidad de sufrir un accidente de importancia en contra de lo que sucede en el resto del Estado.
Así las cosas, a tenor de lo que reflejan los datos de siniestralidad de las distintas comunidades autónomas, los accidentes más graves se producen en Euskadi entre conductores de menos de 25 años, solteros, con vehículo nuevo y conduciendo en otoño. A pesar de estos datos, el País Vasco no rompe la tónica general del Estado ya que figura apenas dos puntos por debajo de la media en la frecuencia de accidentes, mientras que marca lo habitual en los que son graves. Sin embargo, destaca por la baja frecuencia de colisión con otro vehículos. En este apartado, los conductores vascos obtienen un sobresaliente en cuanto a la rapidez de reflejos, habilidad al volante y precaución puesto que sólo Aragón cuenta con un número menor de alcances que el País Vasco.