vitoria. El campo rema a contracorriente. Y más en los últimos años con la llegada de la crisis. En una sociedad abrazada al desarrollo de los servicios y de la industria, la apuesta por el sector primario se ha convertido en la razón de ser de unos pocos que se resisten a no mirar en clave de futuro. El agro mira adelante y establece prioridades para sobrevivir. En ese sentido, el sindicato agroganadero UAGA ya ha establecido las líneas de acción que acometer en los próximos años, que se basan en un trabajo intenso con la nueva Política Agraria Común europea, que promete revolucionar y sentar las bases del sector.

Al respecto, los agricultores y ganaderos alaveses esperan que las instituciones logren llegar a los topes máximos de financiación que permite Bruselas para favorecer la competitividad con otros territorios desde donde la producción a gran escala dificulta la comercialización de los productos alaveses. "Queremos compromisos reales. Los planes quedan muy bonitos pero está claro que somos la asignatura maría dentro de la Diputación. Somos productores y queremos vivir de nuestro trabajo", reclamó ayer el presidente del sindicato, José Antonio Gorbea. Además, el sector apunta a la relevancia de conservar y recuperar la actividad. Un reto que, a su juicio, se puede lograr a través de la revisión de la ordenación territorial con un plan especial agrario y la retirada de los planes territoriales parciales. De esta forma, se pretende que no se pierda más campo en favor de otros usos como la expansión urbanística o industrial porque "se están ampliando pabellones y la mitad están abandonados y sin puestos de trabajo". Esa apuesta que debería ir de la mano de un banco de tierra que sirva para impulsar las nuevas incorporaciones y permita hacer frente a otros competidores.

A juicio de los rectores de la UAGA, también ayudaría a sus intereses la proliferación de los circuitos cortos de comercialización a través de la venta directa, ya en marcha en los últimos años a través de iniciativas como las cestas de la compra o las máquinas de leche. En ese sentido, Gorbea considera necesario el respaldo institucional para que los nuevos planes puedan surgir.

Con esas medidas, el campo podría respirar, aunque seguiría necesitando la resolución de inversiones pendientes. Éste es el caso del matadero, que permitiría abaratar los costes de la carne local, o de los regadíos planeados, que favorecerían un aumento de la productividad y el fomento de otro tipo de productos. "Como sector tenemos la sensación de que siempre estamos pidiendo, pero todo el mundo lo hace y si no, que saquen las ayudas a la industria. Al Baskonia la Diputación le ha dado casi 30 millones para el Buesa. Nosotros no pedimos tanto", explicó Gorbea.

Éste también recordó las amenazas externas que afectan al sector, como el lobo, para el que pidió la eliminación del plan de gestión, o el buitre, cuya población está creciendo. Por otro lado, señaló la necesidad de que el Fondo de Compensación de la Patata siga vigente, así como que se establezca un mejor control de las necesidades de la remolacha y uva para que no existan abusos.

La UAGA también aprovechó para recordar a los partidos que, de cara a los comicios, quieren "compromisos reales y no promesas".