vitoria. Fernando Yrazu y Javier Mendoza regentan dos comercios de Vitoria. El primero de ellos, ubicado en la calle Adriano VI y especializado en decoración textil, se encuentra dentro de las categorías en situación de riesgo bajo la amenaza de control de las grandes cadenas de distribución. El segundo se encuentra en la calle San Francisco y pertenece al apartado de la relojería y joyería, uno de los más representativos del comercio urbano de la capital alavesa. Tanto es así, que el informe realizado a instancias de la Asociación de Comerciantes de Vitoria, Gasteiz On, considera que puede actuar como "palanca" para relanzar el resto del sector minorista.

A Javier no le extraña que su especialidad se perfile como una de las más consolidadas del comercio urbano. "Requiere de una alta especialización -señala-, algo que no se encuentra en los centros comerciales". Ve con buenos ojos la articulación del pequeño comercio en torno a las relojerías y joyerías, aunque prefiere no decantarse por un modelo en concreto. En cuanto a centrarse en el colectivo juvenil, reconoce la labor desarrollada por Gasteiz On "por ejemplo, a través de las redes sociales" y asegura que "no nos olvidamos de los jóvenes, pero ellos sí de nosotros". Para averiguar la razón de este desencuentro, propone desarrollar un nuevo estudio centrado exclusivamente en este aspecto.

Fernando, por su parte, explica que muchos de los clientes que llegan a su tienda han pasado en primer lugar por una gran superficie. Tras comprar elementos baratos que les dan mal resultado, recurren a la experiencia y a la calidad. "Lo malo es que nos quitan esas primeras compras", lamenta. Asegura que su stock está "a la última" para satisfacer a los jóvenes, pero reconoce que los gigantes de la distribución enclavados en ciudades vecinas "hacen mucho daño, como Ikea en Bilbao".