Vitoria/Bilbao. La situación interna que padece la Policía autonómica, con una quiebra evidente entre la plantilla y sus responsables políticos, amenaza con resquebrajar la confianza entre ambos en una tensa situación marcada por la negociación de las condiciones laborales del cuerpo policial vasco. En ese sentido, la representación sindical de los agentes ha decidido mostrar su hartazgo con la situación con una reivindicación que se traducirá en la imposición de menos multas por infracciones leves de tráfico. La medida, enmascarada en una "campaña de concienciación" hacia los conductores, comenzará hoy en el conjunto de la CAV como una vuelta de tuerca en busca de una solución que garantice la negociación del convenio colectivo de la Ertzaintza. En principio, las primeras previsiones son contundentes. Se dejará de denunciar el 60% de las faltas habituales cometidos por los conductores en la red viaria de los tres territorios históricos. Lógicamente, se dejará de recaudar otro tanto.

La campaña parte con el apoyo de una nutrida representación social de los agentes. En concreto, ErNE, Sipe, Esan y Euspel -que reúnen al 70% de los agentes- están al frente de la campaña que, según matizaron fuentes de ErNE, sindicato mayoritario de la Policía autonómnica, cuenta a priori con una gran aceptación entre las unidades de Tráfico responsables de tutelar y vigilar el cumplimiento de la legislación vial.

Por ello, quedarán sin multar comportamientos leves relativamente cotidianos, como el olvido de utilizar los cinturones de seguridad, hablar por el móvil mientras se conduce un vehículo o presuntas irregularidades en el tacógrafo de los vehículos pesados. Además, en los controles de alcoholemia se pararán menos vehículos, aunque los conductores que den positivo serán multados.

Sea como fuere, lo cierto es que al descubrir una irregularidad, los agentes implicados en la "campaña de concienciación" tienen perfilado un modus operandi simple: o obviarán la situación y no detendrán a los infractores; o los pararán, aunque sólo para informarles de la comisión de una irregularidad y para solicitar al autor que no la vuelva a cometer. No obstante, los agentes de las unidades de Tráfico implicadas en esta protesta no perdonarán infracciones graves ni situaciones que motiven la apertura de un atestado. Según ErNE, los efectos de esta protesta en los ingresos del Departamento vasco de Interior serán "importantes", ya que, por ejemplo, en Gipuzkoa la recaudación por infracciones de transporte suponen unos ingresos de unos 20 millones de euros al año.

El enfrentamiento se debe a asuntos como la rebaja salarial aplicada a todos los funcionarios, la regulación de la "segunda actividad" de los agentes de mayor edad, la negociación del convenio colectivo y las actitudes "autoritarias" que achacan al Departamento.