26de marzo de 2011. Jornada de reivindicaciones y celebraciones en Álava. Pocos fines de semana el territorio ha acogido tal concentración de actos como ayer. La llegada de la primavera se deja notar en las agendas, pero también la proximidad a las elecciones del 22 de mayo. Es hora de echarse a la calle.
Los afectados por las desorbitadas facturas de gas propano que Repsol ha girado a decenas de hogares alaveses fueron los primeros en dar cuenta de su cabreo en la Virgen Blanca. A la espera de la reunión que el lunes mantendrá la Diputación con sus alcaldes y un representante de la compañía, los vecinos de la zona rural no están dispuestos a cerrar su problema en falso porque consideran que el consumo de energía de sus calefacciones no es directamente proporcional al recibo que les han pasado por la Caja. Si bien es cierto que el precio del combustible ha subido, también que el invierno ha sido más cálido y, por tanto, menos las horas de encendido de la caldera. Y para rizar más el rizo, los propietarios de 200 casas vacías denuncian que la facturación de su contador se ha disparado a 200 euros. Por todo ello, reclaman una explicación más convincente.
Igual de enfadadas están las familias de los escolares de la ikastola Ikasbidea que se han quedado sin comedor. Acusan al Departamento de Educación que dirige Isabel Celaá de discriminar con sus políticas a los alumnos de la zona rural y de 3 años al recortar el transporte público a los colegios. Su reivindicación se prolonga en el tiempo, pero no se agota. Y tras llamar a la puerta de todos los despachos posibles se concentraron en Durana aprovechando la inauguración del multiusos de la localidad, y decidieron contratar desde el lunes un autobús privado para sus hijos.
La jornada reivindicativa continuó por la tarde con el No a las políticas racistas de migración y asilo para culminar a las puertas del anochecer con una multitudinaria manifestación para exigir el cierre inmediato de la central nuclear de Garoña. Además, como la actualidad manda, los 22 colectivos que celebran el día contra el racismo y la xenofobia han tenido este año un recuerdo especial para el pueblo libio: "queremos denunciar la agresión e invasión militar bajo la autorización de la OTAN y la UE, con la supuesta finalidad de protegerles. Estas acciones, junto con el esquilme de los recursos de nuestros pueblos de origen, son las causantes más sangrantes en el éxodo, migración y exilio, de miles de personas", denuncian en su escrito.