Vitoria. El Gobierno Vasco decidió ayer dar cumplida réplica a la postura de la Diputación alavesa sobre la polémica de los incrementos desmesurados de las facturas a las que están haciendo frente los vecinos de varios municipios alaveses que consumen propano como combustible en sus sistemas de calefacción. En ese sentido, y tras constatar los recelos forales y de los alcaldes de los pueblos afectados ante las explicaciones dadas desde la Administración autonómica y desde Repsol -presumen que mala calidad del gas es la posible causa del repunte de los precios-, el Ejecutivo pidió ayer a la Diputación, y en concreto al diputado de Administración Local y Equilibrio Territorial, Iñaki Nafarrate, "que deponga su actitud irresponsable y deje de crear alarma social en el asunto de las quejas por la facturación del gas propano en algunas localidades del territorio".
A través de un comunicado de prensa, el Departamento de Industria explica que, tras las pruebas, análisis y muestras realizadas, se concluye que no hay indicios de que la empresa haya cometido ningún error en el cobro de las facturas a los usuarios". En ese sentido, el Ejecutivo indica que inició los trabajos de control el pasado 24 de febrero. Durante este tiempo ha realizado controles de calidad del gas. Asimismo, la semana pasada se analizaron, a través de un laboratorio independiente, muestras en tres depósitos de las localidades de Murua, Murgia e Izarra. El resultado en todos los casos fue el mismo: "la calidad del gas cumple con todas las exigencias legales".
A su juicio, el trabajo realizado por los técnicos de la Delegación de Industria en Álava, que ha incluido la comprobación de más de 3.000 datos de consumo de usuarios de Repsol y de otros operadores en Álava, lleva a la conclusión de que la calidad del gas suministrado es correcta. Además, el Ejecutivo añade que, como muestra de buena voluntad y para acallar cualquier tipo de sospecha, se dispuso a analizar los cinco depósitos solicitados desde la Diputación. Ahora bien, según Lakua, tres de ellos no eran válidos para la muestra ya que se acababan de rellenar. Al respecto, desde el ente foral se recordó hace escasas fechas que "en cuanto los depósitos han recibido gas nuevo se han acabado los problemas". Asimismo, a la Diputación le sorprende que se hallan rellenado algunos tanques con dos tercios de carga cuando lo habitual es hacerlo cuando sólo queda un tercio.
Sea como fuere, lo cierto es que pese a las declaraciones y la polémica, hay 15.000 alaveses afectados, que han tenido que hacer efectivas facturas que duplicaban a las del año anterior. Y eso, teniendo en cuenta que el invierno que acaba de concluir ha sido extremadamente más liviano que el precedente.