en muy pocos meses, Álava quedará cuajada de miniparques eólicos, a pesar de la oposición de la Diputación alavesa y de todos los partidos alaveses, excepto el PSE, que mantiene una tibia actitud de abstenciones, como las que mantuvo durante meses con la red de alta tensión que REE proyectaba por Montaña Alavesa. Y es que en el reparto de competencias, ésta de la energía le corresponde al Gobierno Vasco, y esa institución ha comenzado a repartir las licencias para los miniparques al margen de lo que quieren otros órganos, ayuntamientos y colectivos.

Como es conocido, todo el desarrollo eólico de Euskadi se encontraba plasmado en el Plan de la Energía Eólica, que recogía las estrategias y medidas que se querían desarrollar hasta el año 2010. No obstante, Álava contaba con su propia iniciativa, el Plan Mugarri -que limitaba esas actuaciones en las zonas sensibles medioambientalmente-, documento que ha sido descalificado desde el Ejecutivo autonómico recientemente.

Sea como fuere, lo cierto es que fue el propio Parlamento Vasco quien, por unanimidad, acordó una demora en el desarrollo de la energía eólica y encomendó a Lakua que elaborara un segundo Plan que debía contar con el consenso de todas las fuerzas políticas e instituciones. Sin embargo, desde el propio Departamento de Industria se matiza que "un Plan de estas características necesita de una preparación de años", por lo que la salida que buscó el Ejecutivo autonómico fue elaborar un Pacto Eólico, que estaba apoyado por las Diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa y por Eudel (asociación de municipios vascos), aunque la inmensa mayoría de las actuaciones eólicas están previstas en suelo alavés.

Con el pacto, efectivamente, se retrasaban los parques eólicos, aunque no se paraba el procedimiento administrativo que ya estaba iniciado, ni se oponían pegas para la colocación de medidores de viento por parte de las empresas interesadas en instalarse, como ha sucedido en algunos puntos de Montaña Alavesa.

Sin embargo, los miniparques se salen del consenso y no tendrán que esperar hasta que se revisen los planes. De hecho, este mismo mes, Lakua no sólo mantenía y aprobaba los emplazamientos de los parques alaveses de Iturrieta, Arkamo y Cruz de Alda, con 50 megawatios de potencia instalada cada uno, que fueron adjudicados a la empresa Esbi Facility Management -los dos primeros-, y a Orisol Corporación Energética el tercero, sino que ademas autorizó los de Canto Blanco (10 MW), a Guascor; Zanpazu (10 MW), a Gamesa Energía; Motxotegi (10,2 MW), a Iberenova Promociones; Campeador (16 MW), a Iberenova Promociones; Elciego (16 MW), a Iberenova Promociones; y Baños de Ebro (9 MW), a Capital Energy Desarrollo Eólico y Solar. Además, se adjudicaron los parques de Sollube, Galdames, La Aceña, Jesuri y el del dique de Zierbena, en Bizkaia, y el guipuzcoano de Gazume. Todos ellos irán recibiendo la autorización de instalación. Tendrán un plazo de seis meses para presentar los proyectos de obra. De los parques que se barajaban sólo uno ha quedado aparcado, el de Kolometa, ya que el emplazamiento debería contar con la valoración del Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Gorbeia, y su Patronato ya ha informado negativamente, por lo que el Departamento de Industria no puede continuar con la tramitación administrativa.

Más energía renovable Hasta ahora, la potencia eólica instalada en Euskadi es de 153,5 MW, de los que 143,4 MW corresponden a parques, 10 MW a miniparques y 0,11 a pequeños aerogeneradores. Las actuales centrales están en Elgea, con una potencia de 26,9 MW, está gestionado por Eólicas de Euskadi; el de Elgea-Urkilla, entre Álava y Gipuzkoa, de 32 MW, también está operado por Eólicas de Euskadi; el de Badaia, de 50 MW, de Eólicas de Euskadi; el de Oiz (Bizkaia), de 34,5 MW, de Eólicas de Euskadi, y el del Puerto de Bilbao (Bizkaia), de 10 MW, de Acciona Energia.

El objetivo que había planteado el PTS del año 2002 era lograr una capacidad instalada de 624 MW eólicos para el año 2010: 499 MW en parques eólicos, 125 MW en miniparques y 0"11 MW en pequeños aerogeneradores. Estas instalaciones deberían evitar, en 2010, 138.300 tep (toneladas equivalentes de petróleo) de energía, el 14% de la aportación total de las energías renovables en Euskadi, que evidentemente, no se ha podido cumplir a causa de la moratoria.