Vitoria/Pamplona. Han pasado 23 días desde que los grupos de elite de la Ertzaintza entraran en tres domicilios de la capital alavesa para poner punto y final, al menos de momento, a las andanzas de varios integrantes de una banda georgiana especializada en el robo de pisos. Entonces, el operativo dio con cuatro de los presuntos integrantes de la trama -con sede en Gasteiz-, presumiblemente, exmilitares o expolicías en su país de origen. Todos ellos están en prisión acusados de ser los supuestos responsables del asalto a una decena de viviendas gasteiztarras. No obstante, pese al éxito del operativo, los arrestos se antojaron escasos y se avisó desde el Departamento vasco de Interior que la operación seguía su curso. Y así ha sido. Aunque en Navarra.
En concreto, agentes de la Policía Nacional de la capital del viejo reino han identificado a otros dos hombres de origen georgiano y residentes en Vitoria como integrantes de la citada mafia. En principio, los investigadores creen que la banda habría cometido hasta 55 delitos de robo en domicilios de Pamplona desde mediados de 2010. Uno de los sospechosos ya ha sido detenido y ha ingresado en prisión, mientras que el otro está siendo buscado. Con ello, la Policía Nacional da por desarticulada la organización delictiva. No obstante, el Cuerpo Nacional de Policía continúa las gestiones para la detención de todos los integrantes del grupo delictivo.
Al parecer, al igual que ocurriera con la Policía autonómica vasca, que llevaba meses preparando el operativo e investigando a la banda, desde mediados del año pasado, la Policía Nacional estaba investiando la presunta participación de un grupo organizado de origen georgiano en los robos en diversos domicilios de Pamplona, atracos que tenían lugar en las viviendas cuando los inquilinos no estaban en ellas. Los ladrones determinaban que la vivienda se encontraba vacía bien mediante llamadas al telefonillo del portal del inmueble, bien desde el propio rellano de la vivienda, tras constatar mediante escucha y reiteradas llamadas al timbre de la puerta que no había ninguna persona en el interior.
Una vez constataban que no había nadie en la vivienda, comenzaban a forzar la puerta del domicilio. En ocasiones, para evitar ser vistos, tapaban las mirillas de las puertas del resto de viviendas del rellano. Una vez en el interior, procedían a un registro exhaustivo, centrándose principalmente en las habitaciones donde suele haber dinero y joyas. Sustraían todos los objetos de pequeño tamaño y gran valor económico, como joyas, efectos de electrónica, móviles, informática y dinero en efectivo.
Similar "modus operandi" Por la experiencia policial, este modus operandi, suele ser llevado a cabo por al menos dos o más personas de las detenidas en Pamplona. La comisión del hecho delictivo lo llevan a cabo adoptando extremas medidas de seguridad para impedir ser sorprendidos, que pasan por la adopción de sistemas de contravigilancia. No en vano, estos grupos organizados llegados de Europa del Este actúan con control interno y reparto de tareas como las de vigilancias, huida y especialidad técnica en violentar cerraduras, según explica la Policía Nacional.