Vitoria. La saturación de algunos colegios públicos está llevando al Departamento de Educación a recurrir, cada vez con mayor frecuencia, a los módulos prefabricados; una solución en teoría provisional pero que en algunos casos lleva camino de cronificarse. Al menos cinco centros escolares se han sumado este curso a la moda de instalar en sus patios una especie de casetas de obras en las que los alumnos reciben las clases a diario; un fenómeno que ya el año pasado afectaba a más de 400 estudiantes alaveses.
Se da la circunstancia de que en la mayor parte de los casos, son niños de tan sólo tres años los que suelen distribuirse en esta especie de barracones, que no necesariamente equivalen a precariedad, tal y como recuerdan una y otra vez los propios directores de los centros. Sin embargo, entre los padres existe cierta inquietud por el uso de este tipo de instalaciones, por considerarlo "desproporcionado". Así lo cree Denon Eskola, la federación de asociaciones de padres y madres de Álava, que cree necesario elaborar cuanto antes un mapa escolar que determine las necesidades de escolarización de cada barrio.
El aumento de la población matriculada en los centros educativos de la red pública, debido en parte al repunte de las tasas de natalidad así como a la llegada de alumnos inmigrantes, ha desbordado la capacidad de algunas escuelas, que llevan ya varios años demandando una ampliación. A estas circunstancias se suma el cambio que se ha producido en algunas localidades, sobre todo las que están próximas a la ciudad, a las que muchas familias han emigrado huyendo de los altos precios de la vivienda.
De sobra es conocida la reivindicación de los vecinos de Dulantzi, donde la población en edad escolar se ha disparado en los últimos años. El pueblo lleva tiempo demandando un instituto para que los jóvenes no tengan que desplazarse a diario hasta la capital alavesa. Sin embargo, el Gobierno Vasco insiste en que en plena época de recortes carece del presupuesto necesario para llevar a cabo la construcción.
En este municipio ya saben lo que es funcionar con parches. Cinco años lleva ya en pie el módulo prefabricado que se le ha agregado a la escuela para escolarizar a los niños de Educación Infantil, si bien es cierto que este curso no han tenido que hacer uso de él debido a una disminución en las matrículas. También en Ribera Baja llevan ya varios años con la sensación de estar permanentemente en obras. A la espera de que culmine la ampliación del colegio público Unamunzaga, éste es el tercer curso en el que parte de los alumnos de Secundaria tienen que recibir los cursos en barracones.
cinco centros más Lejos de ser soluciones provisionales, el uso de este tipo de infraestructuras corre peligro de extenderse en el tiempo, como ha sucedido en Gopegi, donde han estado funcionando con prefabricados durante los últimos siete años, hasta que por fin este curso han podido estrenar colegio. Con este mismo problema se encuentran desde septiembre otros cinco centros educativos de Álava, que a la espera de que se amplíen sus instalaciones han aceptado como una solución transitoria la colocación de barracones. Se trata de Abetxuko, Luis Elejalde, Toki Eder, Lope de Larrea (Agurain), así como el colegio público Mariturri. Entre los cinco, suman casi 200 los alumnos que reciben las clases en estos módulos prefabricados.
El caso de Mariturri es diferente, aunque no menos preocupante. A juicio de Denon Eskola da cuenta de la "falta de planificación" que impera en el Departamento de Educación, que ha esperado demasiado tiempo para construir el primer colegio público del barrio. De hecho, éste es el primer curso en el que los escolares que viven en la zona no tienen que coger el autobús para ir a clase, ya que se han instalado unos prefabricados entre las calles Leza y Oion con capacidad para un centenar de alumnos. Allí estarán al menos durante un par de años más, hasta que se construya el colegio definitivo, cuyas obras no se espera que arranquen hasta el año que viene.
Las escuelas de Abetxuko, Luis Elejalde y Lope de Larrea, por su parte, llevan ya muchos años en funcionamiento, pero se han quedado sin espacio suficiente. Por eso, desde septiembre, algunas aulas de Infantil se han ubicado en barracones. Aunque Educación les ha transmitido que es una solución transitoria, ninguna de estas escuelas sabe todavía cuándo se producirá la ampliación que vienen reivindicando desde hace ya algunos años, salvo en el caso de Luis Elejalde, que calculan que las obras arrancarán a lo largo de 2012, según explica la dirección.
Las familias alavesas, por su parte, insisten en que el repunte de la demanda que ha experimentado el territorio se podría haber previsto atendiendo a las estadísticas de natalidad disponibles, por lo que consideran que al Gobierno Vasco "le ha pillado el toro" en lo que se refiere a la planificación entre la oferta y la demanda.