MADRID. La ministra de Defensa presentó el pasado viernes al Consejo de Ministros un informe sobre los diez primeros años de las Fuerzas Armadas con tropa y marinería profesional, que se celebra este mes con motivo de la publicación del Real Decreto 247/2001, de 9 de marzo, que establecía la suspensión de la conocida como 'mili'.
En una nota de prensa, Defensa ha destacado que la profesionalización de los Ejércitos ha supuesto un proceso de modernización que ha afectado a todos los ámbitos de la institución militar y que ha implicado transformciones de tipo orgánico y estructural, así como un cambio de mentalidad y de estilo en el ejercicio del mando y, sobre todo, de la relación de las Fuerzas Armadas con la sociedad.
Chacón ha destacado que "en sólo diez años se ha pasado de un modelo de Fuerzas Armadas en el que cuatro de cada diez efectivos eran reclutas cumpliendo el servicio militar obligatorio, a un Ejército plenamente profesional".
ESTABILIDAD Y DESARROLLO PROFESIONAL
Tras la suspensión en 2001 del servicio militar obligatorio, a principios de 2005 se decidió abordar la elaboración de una nueva Ley de Tropa y Marinería que estableciera un "novedoso modelo de profesionalización basado en la estabilidad y desarrollo profesional".
Además, el Gobierno decidió, en noviembre de 2005, aprobar un nuevo Reglamento de Retribuciones, que se consideraba fundamental para la consoldación del nuevo modelo y que representó para el soldado un "importante incremento en sus retribuciones".
De esta manera, los soldados y marineros comienzan su relación de servicios con un compromiso inicial renovable hasta seis años de duración y tienen la opción de suscribir otro de larga duración que llega hasta los 45 años de edad, durante cuya vigencia pueden acceder a la condición de soldados permanentes.
Alcanzados los 45 años, y en caso de que no se haya adquirido la condición de soldado permanente, cesa la relación de servicio activo en las Fuerzas Armadas, accediendo el militar profesional de tropa y marinería que así lo decida a la condición de reservista de especial disponibilidad, y con ella al derecho a percibir mensualmente una asignación económica.
El modelo también garantiza, explica Defensa, a los soldados y marineros la posibilidad de desarrollar su trayectoria profesional, promocionando a la escala de suboficiales y a la de oficiales. Se reconoce el tiempo de servicio en los Ejércitos como mérito en el acceso a las Administraciones Públicas y se reservan plazas para el ingreso en la Guardia Civil y en el Cuerpo Nacional de Policía.
MEJORA DEL NIVEL DE FORMACION
Asimismo, el nuevo modelo, ha posibilitado un progresivo aumento del número de solicitantes por plaza, lo que permite seleccionar los mejores perfiles para cada puesto, con lo que "no sólo se mejora la cantidad sino también la calidad de nuestros Ejércitos", indica la nota.
La mejora en los niveles educativos de los nuevos soldados posibilita igualmente su promoción a la escala de suboficiales y a la de oficiales. Así, en el año 2005 el 26 por ciento de los soldados que ingresaron en las Fuerzas Armadas tenían estudios superiores a Educación Secundaria Obligatoria; en los últimos años este porcentaje está por encima del 47 por ciento.
Las Fuerzas Armadas cuentan hoy con 17.759 oficiales, 28.680 suboficiales y 82.875 soldados y marineros, de los que casi 16.000 son mujeres, lo que supone más del 12 por ciento de los efectivos. España es el segundo país de nuestro entorno con mayor presencia femenina en sus Ejércitos.
Según el Departamento dirigido por Chacón, la plena profesionalización, la renovación de los medios materiales, las reformas legales y las misiones internacionales, han sido los cuatro grandes instrumentos de modernización de las Fuerzas Armadas. "El servicio y entrega de nuestros militares es reconocido por los españoles, que consideran a las Fuerzas Armadas como la institución en la que más confían", ha afirmado.
Hasta 2001 y durante más de 200 años, millones de jóvenes cumpliendo con sus obligaciones sirvieron a España realizando su servicio militar. La Disposición final octava de la Ley 39/2007 de la Carrera Militar hace un especial reconocimiento a todos los españoles que sirvieron a España mediante la realización del servicio militar:
"Las Cortes Generales expresan su reconocimiento a todos los españoles que, cumpliendo con sus obligaciones, sirvieron a España mediante la realización del servicio militar y rinde especial homenaje a aquellos que perdieron la vida", ha señalado.