La trifulca de San Martín estaba anunciada, confiesan los usuarios de las pistas de skate en la visita que este periódico hace a las instalaciones. Ellos mejor que nadie conocen la identidad de sus iguales, de aquellos chavales amantes de patinetes y bicicletas y de los tubos en los que hacer piruetas. Y ninguno de estos deportistas sucumbió ante la violencia desatada hace unas semanas en el corazón verde del citado barrio gasteiztarra. Al parecer, el acontecimiento no tuvo que ver con bandas juveniles organizadas. Tampoco con el azar. Los agresores sabían dónde iban y a por quién. Lo peor del caso es que en esa seguridad pudieron pagar justos por pecadores.

Entre los usuarios reales de la infraestructura de skate hay certezas. Los cinco menores heridos eran unos habituales de las rampas del parque de San Martín, barrio vitoriano que el pasado sábado 5 de febrero fue escenario de una pelea multitudinaria que se saldó con golpes y contusiones que obligaron a varias atenciones en el Hospital de Txagorritxu. Como ellos, otros chavales ajenos al skate también son asiduos a la zona. Tal circunstancia da una pista clave.

Los hasta ahora cinco arrestados por la Ertzaintza junto con los 16 imputados sabían "dónde encontrarles". Una razón que explicaría por qué los autores de la gresca fueron a San Martín, según indica un joven usuario de las pistas de skate que prefiere mantener su anonimato para evitar posibles represalias. Al parecer, no era la primera vez que los agresores, un par de años mayores, iban a por su objetivo en la zona. Muestra de ello es que los asaltantes no acudieron a la gresca con las manos vacías, sino provistos de bates, cadenas, puños americanos e incluso botellas.

"Lo único que no sabemos es sí habían quedado para pegarse en Mendizabala a últimas horas de la tarde, pero que tuvo que acabar aquí sí", cuenta uno de los aficionados al skate de San Martín. Todos ellos conocen de vista a los agredidos y a otros chavales que son unos incondicionales de las rampas. Pero no para deslizarse por ellas. "Estos últimos vienen aquí a molestar. Nunca hacen deporte, aunque alguno venga con la bici para pasearse y la deje luego en medio. Lo único que hacen es sentarse en una de las rampas medianas y ponerse a fumar porros".

Al parecer, éste podría haber sido uno de los motivos que desencadenó la algarada. "Puede que la pelea hasta fuese por algún trapicheo de drogas", comentan uno de los usuarios del skate park, quien agrega que también podría haber un lío de faldas. "Se habla de que hubo una movida la noche del viernes anterior en un bar de Vitoria, que acabó en una discusión por unas chicas", relata otro chico que hace seis años patina en la zona. Después, llegó la pelea y las víctimas. Pudieron pagar justos por pecadores.

Los jóvenes skaters consideran que la trifulca se fue de las manos por el rival. "Hubo quien se metió con quien no debía". Una frase que argumentan no sólo porque el adversario no quisiera resolver el conflicto de forma pacífica, sino porque los ofendidos "acabaron por llamar a todos sus contactos para defenderlos". Y el resultado fue el que ya se conoce: una batalla campal con cerca de 40 implicados, cinco detenidos, otros tantos heridos y 16 imputados.

Pese a la magnitud de las personas envueltas en la misma, los patinadores desmienten que los actos se produjesen por bandas violentas organizadas. "Están dando demasiado bombo a la pelea por todos los que se vieron envueltos, pero no es para tanto. Es mentira que se tratara de bandas organizadas porque son chavales normales, estudiantes, que se les ve que no pertenecen a ningún grupo callejero violento", aclaran desde un forzado anonimato.

Aunque, eso sí, tampoco están de acuerdo con la imagen de menores buenos y malos que se ha ofrecido hasta ahora. En este sentido, recuerdan la concentración que convocó el colectivo Vecinos de Vitoria y Álava (VVA) el pasado día 12 en contra de la inseguridad ciudadana y a la que acudieron medio centenar de personas, entre ellas los progenitores de las víctimas, para manifestar "su más absoluta repulsa y condena" por los hechos acaecidos. "Nos extraña que el día de la manifestación vimos por esta zona de las rampas a alguno de los agredidos cuando pasaba la manifestación, en lugar de estar en ella", matizan.

Aunque los usuarios no dudan en mostrar su indignación con la brutalidad de la monumental bronca, creen que la misma también les ha perjudicado. Un daño colateral del que dicen estar hartos porque ahora parecen que son ellos, los patinadores, los protagonistas de la trifulca. Algo que en definitiva ha creado "una mala imagen" a los de la pista. "Parece que si vas a San Martín, te van a matar. Por eso, queremos aclarar que ninguno de los implicados era skater. Simplemente ocurrió aquí porque sabían donde acostumbraban a estar los que eran sus objetivos".

En cualquier caso el daño ha repercutido en su imagen. "La pelea es una imagen mala para todos nosotros y está claro que si pedimos más rampas o cualquier otra cosa no nos la van a dar después de todo esto".

Después de todo, aseguran que el suceso en este barrio de la capital no se va a repetir más. Han visto que los objetivos de la bronca han decidido trasladarse a otros puntos de la ciudad, como Zabalgana. "Pero aún así la policía viene a patrullar aquí todos los días. ¡Ni que esto fuera el Bronx de Nueva York!".