Laguardia. Un modelo de contrato para la compra de los racimos bastante ambiguo elaborado por el sindicato agrario de Jóvenes Agricultores (ASAJA), y aceptado por la Interprofesional del ámbito de los caldos con sello Rioja, ha sido el detonante que ha desbloqueado el presupuesto del Consejo Regulador, organismo encargado de gestionar la Denominación de Origen en la que se engloban los mejores caldos alaveses. Con tal decisión se rompe la unidad de acción a la que habían llegado las organizaciones de agricultores productores de uva de Navarra, Álava y La Rioja, que son los que nutren a los grupos bodegueros de la DOC Rioja, y que se habían plantado de forma unitaria para tratar de asegurar un precio digno para sus uvas en una época en la que éste ha bajado por debajo del coste de producción mientras el vino se comercializa con las mismas tarifas.
El propio presidente de la Interprofesional y del Consejo Regulador, Víctor Pascual, confirmaba al término de las reuniones de esas dos instituciones que "había habido un apoyo ampliamente mayoritario a la propuesta presupuestaria debatida en los plenos de diciembre y enero. El presupuesto, incluido el de promoción, recibió finalmente 167 votos sobre un total de 200 posibles (el 83,5 % de los votos). Los sufragios se corresponden con los intereses de los bodegueros, de las cooperativas de La Rioja y Navarra y del sindicato Asaja.
"No ha sido fácil llegar a este acuerdo y se ha negociado muchísimo porque se ha buscado el acople y el beneficio del sector", afirmaba Pascual, quien añadía que en la Interprofesional se "ha negociado y aprobado" unos modelos de contrato tipo y se ha abierto el camino para crear el observatorio de precios que tendremos en breve, de acuerdo a la legalidad".
Dicho contrato tipo, explicó, fija "las partes que contratan la uva, (vendedor y comprador), las condiciones de la negociación y fechas de pago de acuerdo a la legalidad". Por su parte, la finalidad del observatorio de precios es "dar transparencia e información con datos concretos que estará dentro de la Interprofesional".
Por su parte, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava y de La Rioja (UAGA y UAGR) votaron en contra del contrato tipo porque "ninguna de las reivindicaciones" reclamadas unánimemente por el sector productor de la DOC Rioja en la manifestación de septiembre han sido alcanzadas a día de hoy. Por ello, ambos sindicatos no ven ningún motivo para aprobar los presupuestos del Consejo si a cambio los viticultores no reciben contraprestación que asegure su "rentabilidad".
Una postura que las grandes bodegas del ámbito del Rioja, que conforman el Grupo Rioja y de las que Víctor Pascual es consejero delegado de las más importantes, criticaban al afirmar que quieren mostrar su firme crítica "hacia las organizaciones que continúan ancladas en no se sabe muy bien qué intereses, y que parece no quieren, o no pueden, entender el daño irreparable al que conducían a todo el conjunto del sector incluyendo a los asociados a los que representan".