Madrid. Siete mujeres han sido asesinadas en 2011 en sucesos de violencia machista, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad. Ni una sola de ellas denunció a su agresor. Ésta ha sido la razón que motivó ayer al Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género, a hacer un llamamiento a las mujeres maltratadas y a su entorno para que "actúen" y eviten "la pasividad" a la hora de denunciar a sus agresores, ya que esta actitud nunca va a resolver su situación.

"La pasividad de mantenerse en la violencia nunca va a resolver la violencia", dijo Lorente. Además coincidió con el informe elaborado por el Grupo de Expertos en violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en que se ha de evitar el cuestionamiento de las víctimas de esta lacra social. Y reconoció que, aunque sin leerlo detenidamente, conoce las propuestas del informe y comparte la necesidad de mejorar la respuesta frente a la violencia de género.

El mismo CGPJ solicitó modificar el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim), entre otras normas, para "acabar con los problemas técnicos", de "interpretación" y de "aplicación" que presenta la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

La semana pasada se registraron los tres últimos asesinatos: el 29 de enero en Calviá (Baleares); y el 30 en Campo de Criptana (Ciudad Real), y en Villacarrillo (Jaén).