vitoria. El exceso de velocidad de los coches que obturan el tráfico gasteiztarra empieza a ser un problema en barrios como Salburua. La falta de control policial y la excelencia de unos viales anchos y en condiciones óptimas permiten a los conductores apretar el acelerador más de lo estrictamente necesario sin respetar las normativas existentes. De ahí que los residentes hayan decidido elevar su voz para intentar encontrar una solución que ataje los excesos actuales, que podrían traducirse en estadísticas sonrojantes. De hecho, más de la mitad de la circulación que pasa por el citado polígono, sobretodo, por Bulevar de Salburua, lo hace a una velocidad que supera los límites impuestos por el Código de la Circulación.

Dadas las circunstancias, la situación ha trascendido más allá de la barriada para llegar al ámbito político municipal. En ese contexto, el PP salió ayer a la palestra para dar unos datos reveladores. "Más de la mitad de los vehículos circula con exceso de velocidad en el Bulevar de Salburua", en concreto, en el tramo "entre Paseo de La Ilíada y Plaza de la Unión". Esta afirmación, en boca del edil popular Manuel Uriarte, sirve para establecer un panorama preocupante. No en vano, según datos extraídos de los balances que obran en poder del Ayuntamiento de Vitoria, son más de 2.200 vehículos los que llegan a circular en un mes a más de 71 kilómetros por hora. De ellos, más de 450 lo hacen entre 81 y 250 kilómetros por hora, en el tramo entre Paseo de La Ilíada y Plaza de la Unión. "La situación es preocupante. Los propios vecinos aseguran que da miedo cruzar esta calle por la velocidad a la que circulan los coches. Exigimos al Gobierno local que tome medidas de forma inmediata para controlar el exceso de velocidad en este tramo", explicó el edil.

Entre las medidas propuestas por Uriarte para controlar el exceso de velocidad figuran "la instalación de semáforos con pulsador, la adaptación de los cruces a un diseño que introduzca medidas de calmado de tráfico, un mayor control y presencia policial en la zona y la recuperación de la figura del agente de Movilidad para dicho tramo".

Cabe recordar que la denuncia no es nueva. De hecho, como ya publicó este diario en numerosas ocasiones, el barrio de Salburua ha llegado a convertirse puntualmente en una especie de circuito de carreras utilizado por conductores desaprensivos y faltos de dos dedos de frente. Para desesperación de los vecinos de la zona, numerosos testimonios recogidos en el buzón ciudadano del Ayuntamiento han dado fe en los últimos años del fenómeno de las carreras ilegales.

Rallies urbanos Las advertencias vecinales empezaron tiempo atrás con testimonios como éste, que se quejaba de la velocidad de ciertos kamikazes en Salburua en el Buzón del Ciudadano. "Anoche, poco después de las 0.00 horas, varios coches iban a gran velocidad por todo el Bulevar de Salburua tomando las rotondas para realizar trompos, algo frecuente casi a diario. Creo que se deberían tomar las medidas oportunas, ya sea con colocación de radares, o cámaras o la presencia (camuflada) de la Policía", señalaba un vecino preocupado.

Otro asumía que "en la carretera de las charcas de Salburua están todos los días circulando coches a gran velocidad. Los fines de semana se ponen a hacer carreras y trompos en las rotondas. Esto pasa todos los días, sobre todo a la noche. Si ven cerca a la Policía aparcan rápidamente enfrente de la calle Helsinki y se van corriendo para que no les pillen". Otro ejemplo alertaba de que "cuando se marchan los agentes, vuelven a coger el coche y se ponen otra vez a hacer carreras y trompos. Ya podía quedarse más tiempo la Policía o poner cámaras o radares, porque esto es una vergüenza". "En la calle Bulevar de Salburua, entre el Eroski y las vías del tren, la recta es interminable. No me parece operativo que no haya ninguna rotonda entre las dos existentes, ya que obliga a recorrer la recta interminable continuamente, pero lo realmente grave es la velocidad a la que circulan los vehículos, sobre todo por las noches, incluso llegando a realizar carreras", confirmaba un tercer testigo.