Vitoria. Lograr una igualdad real entre mujeres y hombres constituye todavía un objetivo lejano. Esta conclusión, que puede extraerse a partir de multitud de situaciones del día a día, ha vuelto a ser puesta de relieve por el Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, en su informe anual Cifras sobre la situación de mujeres y hombres en Euskadi. El documento, validado ayer en Gasteiz por el Consejo de Gobierno autonómico, denuncia que la desigualdad entre hombres y mujeres persiste tanto en el ámbito laboral, donde sigue produciéndose una significativa brecha salarial, como en los ámbitos de los roles sexistas de género o de empleo del tiempo para labores de cuidado a otras personas. La persistencia de la violencia machista, que el año pasado alcanzó cifras para olvidar con seis nuevos asesinatos en la comunidad, supone otra línea de trabajo sobre la que incidir.
"Los datos siguen poniendo de manifiesto que no hemos alcanzado una igualdad de hecho, la igualdad real", reconoció el Ejecutivo López antes de diseccionar el informe. Una de las cifras que más demuestra esta realidad es la referida a la renta personal media que percibe cada uno de los dos sexos: El documento de Emakunde, de hecho, advierte de que la distancia de género en el poder adquisitivo "sigue siendo abismal" entre hombres y mujeres. Mientras la renta personal media total de las mujeres vascas es de 11.857 euros, la de los hombres alcanza casi del doble, 23.224 euros. Las féminas con una renta media anual inferior a los 15.000 euros suponen el 63,7% del total, mientras que los hombres ni siquiera llegan al 30%.
En lo que se refiere a la desigualdad salarial, la diferencia entre ambos sexos se sitúa en los 7.139,50 euros, según la Encuesta de estructura salarial del INE recogida por Emakunde. Si el salario de los hombres alcanzó los 26.911,40 euros anuales, el de las mujeres sólo llegó a los 19.771,80. Por sectores, las mayores distancias se producen en el sector servicios, al mismo tiempo el que mayor número de mujeres emplea. Si se comparan los salarios que perciben las mujeres y los hombres con ocupaciones medias-bajas, siendo 100 el de los hombres, ellas perciben alrededor de 67.
exclusión y cuidado Otro dato muy significativo se refiere a la pobreza y la exclusión social, también coto mayoritario para las mujeres. No en vano, según el informe, el 82,9% de las personas en riesgo de pobreza, sin ingresos para optar a una vida en solitario, es mujer, y su riesgo de exclusión es hasta cuatro veces mayor que el de los varones. Además, casi la mitad de los hogares en los que vive una mujer sola se encuentran en situación de riesgo de pobreza o ausencia de bienestar.
Por último, Emakunde destaca que las mujeres dedican de media al día 41 minutos más que los hombres al cuidado de los niños, mientras que esta cifra se reduce a los 17 en el caso de las personas adultas.