vitoria. La entrada en vigor de la nueva Ley Antitabaco ha supuesto un empujón para muchos fumadores deseosos de abandonar el consumo. Las terapias de deshabituación ofertadas por Osakidetza constituyen un método válido para intentarlo, ahí están los datos, y a las profesionales que las han protagonizado precisamente no les ha faltado el trabajo durante los últimos meses. "La nueva ley sí será una ayuda para dejar de fumar. Al margen de la opinión personal que tenga cada uno, va a ser un impulso para que mucha gente se anime". Habla Nagore Díaz de Cerio, una de las dos enfermeras que, tras recibir la necesaria formación, ha impartido desde octubre sesiones grupales a pacientes adscritos al centro de salud de Sansomendi.
20 personas han participado entre octubre y diciembre en los dos grupos formados en esta área de salud; uno ha desarrollado las terapias por la mañana y el otro, por la tarde, "para que puedan participar quienes trabajan a turnos y llegar a más personas". La sede, el centro cívico de Lakua, se encuentra pegada al barrio. "La experiencia ha sido bastante buena, estamos contentas", reconoce Díaz de Cerio.
El trabajo en estos grupos se ha distribuido a través de las propias terapias grupales y un trabajo más individualizado en casa de los fumadores. En cada una de las sesiones trataron una temática diferente relacionada con el tabaco, como los beneficios de dejar de fumar, el síndrome de abstinencia, los mitos que existen sobre el cigarrillo, la motivación, las recaídas... Los deberes, por ejemplo, consistieron para los improvisados alumnos en fijarse unas fechas para ir dejando progresivamente de fumar, aplicar técnicas de desautomatización e incluso de relajación.
Una vez concluido el trabajo con las primeras veinte personas, Nagore y su compañera Diana han iniciado la captación de los dos siguientes grupos, que arrancarán la terapia a partir de febrero. Estiman que la demanda llegará hasta las 60.