VITORIA. Muchos vecinos de Lakua-Arriaga necesitaron frotarse los ojos con fuerza para comprobar que lo que estaban viendo no era parte de un bonito sueño. Tras una espera de casi cuatro años, una grúa descargó ayer por la tarde en la parcela sobre la que se levantará el futuro centro de salud las vallas necesarias para cercarla antes de empezar su construcción, un regalo de Reyes tan retrasado como necesario en el barrio más populoso de la capital alavesa. Una vez concluido el vallado en las próximas horas, las excavadoras entrarán a trabajar sobre el terreno de 4.500 metros cuadrados entre mañana y el lunes, según los operarios que ayer depositaron el material. Las obras se extenderán durante alrededor de 18 meses hasta concluir en el verano de 2012. Una larguísima espera entre los retrasos que ha sufrido el proyecto y el largo proceso de edificación que por fin tendrá un final feliz que algunos daban ya por imposible. El moderno equipamiento se ubicará entre las calles Luis Olariaga y Julián de Arrese, junto a los centros regionales.
El nuevo ambulatorio se ha visto estancado en numerosas ocasiones por disputas políticas y trámites burocráticos de toda índole. El rifirrafe institucional más sonado, que dejó los planes en punto muerto durante meses, enfrentó en la recta final de la anterior legislatura autonómica al alcalde Patxi Lazcoz con el ex consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, debido al modelo de cesión de la parcela. Con las aguas más calmadas, el papeleo y las distintas velocidades de las administraciones se han convertido en las últimas trabas para que los trabajos comiencen antes de lo que finalmente lo harán.
Primero fue un error en la medición e identificación de la parcela, que motivó su posterior segregación antes de que el Registro de la Propiedad procediese a su matriculación. A este trámite, que retrasó varios meses el inicio de los trabajos, siguió el trasvase de documentación entre los distintos niveles institucionales, la aceptación por parte de la dirección de Patrimonio del Gobierno Vasco de la cesión del terreno y la firma definitiva de la adjudicación.
adiós a la precariedad Cuando el ambulatorio sea una realidad, los vecinos de Arriaga podrán decir adiós por fin al obsoleto centro de salud provisional en el que reciben asistencia desde el año 1991 y que acumula múltiples deficiencias, entre humedades, malos olores y problemas de accesibilidad.
El nuevo equipamiento, que seguirá las pautas constructivas de ambulatorios como el de Gazalbide, tendrá dos plantas y atenderá a 20.000 pacientes, 5.000 más que el actual. Junto a él emergerá en un edificio independiente el nuevo centro de orientación y tratamiento de las adicciones también dependiente de Osakidetza, una obra que se desarrollará en paralelo. La ralentización del proceso en mitad de la crisis ha permitido, al menos, que Osakidetza se ahorre hasta un 20% del presupuesto inicialmente barajado para la construcción del ambulatorio. La factura, a la baja, ascenderá a algo más de cinco millones de euros. El Gobierno Vasco ha reservado una partida específica de 3,2 en el proyecto presupuestario de 2011.
Osakidetza presentará públicamente en los próximos días el plan funcional del ambulatorio y su proyecto arquitectónico.