vitoria. "Hoy no se compra. Estamos en huelga". Ésa fue la ambiciosa consigna con la que unas 150 trabajadoras del textil se movilizaron ayer en Vitoria. La amplia mayoría de las tiendas de El Boulevard y la zona centro sólo cerraron de forma momentánea al paso de la comitiva y unos clientes asombrados continuaron con sus compras durante el primer día de rebajas, pero las empleadas hicieron escuchar sus quejas, al grito de "no somos sirvientas, somos dependientas".
Álava fue el único territorio vasco, tras el acuerdo de última hora alcanzado en Bizkaia, que arrancó con movilizaciones la campaña de descuentos de invierno. Trabajadoras y patronal, en cualquier caso, se citaron el próximo jueves, a las 10.00 horas, para tratar de buscar una solución al conflicto. Ambas partes coincidieron en destacar que las posturas están cercanas. Las trabajadoras piden no trabajar las veinte horas extra que se les exigía y un aumento de salario por encima del IPC, mientras que la Unión Textil de Álava, Unimoda, solicita que ese aumento de sueldo sea comedido.
Pese a todo, nada evitó la maratoniana mañana de movilizaciones de ayer por El Boulevard, el Ensanche y la calle Gorbea. Los sindicatos ELA, UGT y CCOO convocaron estas protestas, con las que exigieron un convenio "digno" en el textil. Así las cosas, ayer pasadas las 10.00 horas comenzaron las movilizaciones en el centro comercial El Boulevard.
Varias decenas de trabajadoras -ellas fueron clara mayoría- iniciaron sus protestas con gritos como "Negociación, por un convenio justo", "con sueldos de 800 no da para vivir" y "esquiroles, esquiroles" contra aquellos negocios que seguían abiertos. Las protestas se centraron especialmente en marcas de la compañía Inditex. Varios de estos negocios bajaron momentáneamente la persiana al paso de los piquetes, mientras un amplio despliegue de la Ertzaintza y de fuerzas privadas de seguridad vigilaba de cerca que las jóvenes movilizadas no accedieran a los locales.
Los momentos de mayor tensión de la jornada se vivieron después en la zona centro -donde sí cerraron algunos de los negocios de General Álava-, cuando varias de las manifestantes accedieron al interior de Zara, donde protagonizaron una sentada y diversas prendas de ropa acabaron en el suelo. Los agentes de la Policía autonómica identificaron en varias ocasiones a representantes de la protesta. En un momento dado, los manifestantes concentrados en la calle y los numerosos curiosos que presenciaron la escena obligaron a frenar el paso del tranvía y a regular el tráfico. La protesta terminó en Gorbea, en frente del comercio que regenta el presidente de Unimoda, Víctor Manuel Ibañez. Las congregadas desplegaron entonces una pancarta en la que se pedía una negociación y un convenio justo. La próxima semana habrá una nueva oportunidad para lograrlo.