uno de los chefs más afamados del territorio, Senén González, del restaurante Sagartoki y actual campeón de tortilla de patata, ofrece una particular receta para hacer más saleroso el convencional menú navideño. Nada de langostinos ni solomillos, sino un plato que hasta ahora sólo es posible que reinara en el desierto, en vez de en los manteles de la Nochebuena: cardo blanco en tempura.

Pero por original que suene, lo cierto es que la técnica de la tempura -unos fritos que pueden constar de verduras o pescado dentro y una capa de pasta fuera-, es idónea para estas fechas. No en vano, los nipones, sus inventores, identificaron esta receta para acontecimientos religiosos, como la cuaresma, donde veían que en occidente sólo se comía pescado o verduras en ese período.

Pese al temor inicial que pueda inspirar esta planta espinosa, los pasos son tan sencillos que están al alcance de los no expertos en los fogones.

El primero de ellos consiste en poner rumbo al mercado de Abastos para hacerse con uno de estos cogollos. "La variedad roja para mí es mejor, pero la blanca también sirve".

Una vez en casa, sólo hay que limpiarlos, arrancar las ramas centrales, y quitar "los hilos" con un cuchillo. A continuación, llega el momento de prestar toda la atención en la harina de tempura -una mezcla de granos, levadura y huevo que se puede encontrar hecha en supermercados-. Para que ésta esté a punto, sólo hace falta echarla en agua "muy fría". Por ejemplo, se necesita un litro para 750 gramos". Es muy importante mezclarla bien para luego ver que la masa fermenta y hace burbujas.

Después, el cardo se corta "en bastoncitos". Uno a uno se bañan por la harina, y, por último, se fríen en aceite "muy caliente". Una vez que la capa externa quede dorada, se debe retirar de la sartén.

La receta se puede adornar pasando por encima queso y foie rallado.