vitoria. En lo que va de año, siete vascos han sido trasplantados de corazón en el Hospital cántabro de Valdecilla, el centro encargado de realizar este tipo de intervenciones a los pacientes de Euskadi. Aun así, es posible que esta cifra varíe en uno o dos casos más antes de que finalice el año, dado que la media de trasplantes cardíacos es de diez casos anuales en la CAV.
Así lo indicó ayer el vicepresidente de la Asociación vasca de Enfermos y Trasplantados de Corazón y Pulmón (ATCORE), Manuel Arruti, que calificó los datos de Euskadi de "excelentes". Según informó en la presentación de la Semana del Corazón, Gipuzkoa, Bizkaia y Álava tienen una de las tasas de donación de órganos más altas del mundo. El año pasado se contabilizaron 38,2 donantes por cada millón de habitantes, "muy por encima del resto del Estado (34,2) y países como Alemania (14,2), Francia (25,3), Estados Unidos (26,3) o Reino Unido (14,7)".
La "generosidad" y la "concienciación social" de la población vasca a la hora de donar órganos de sus familiares fallecidos explican, según la coordinadora de trasplantes del Hospital Donostia, Lucía Elósegui, la elevada tasa de donantes de Euskadi. Y eso, agregó Arruti, agiliza los plazos de las intervenciones, ya que "a más donación de órganos, más trasplantes realizados y más vidas salvadas".
Según explicó, el año pasado se realizaron en Euskadi 116 trasplantes renales, 49 hepáticos, nueve cardíacos y catorce trasplantes pulmonares, "datos sensiblemente mejores a los obtenidos en otros países del entorno". Además, según comentó, a fecha de 17 de noviembre, una único vasco estaba en lista de espera para ser trasplantado de corazón.
La coordinadora de trasplantes del Hospital Donostia informó de que cada vez son menos las personas que rechazan donar sus órganos, pasando del 14,6% de 2008, al 10% del año pasado. "Es difícil dar un sí en esos momentos tan duros, pero la gente lo hace y es importante seguir concienciándonos porque muchos pacientes viven gracias a esa generosidad", señaló. Elósegui destacó que la donación vive un momento de inflexión motivado por el descenso de muertes por accidentes de tráfico. "Antes había más donantes jóvenes fallecidos por traumatismos y al reducir los accidentes, la edad ha aumentado", apuntó.