madrid. Tiene que haber mucho de vocación para meterse en una tarea como la que usted comienza...
Siempre me he considerado una periodista vocacional por lo que tiene esa profesión de activismo, de denuncia. Aquí es exactamente lo mismo.
¿No le da vértigo? Hay tanto por hacer...
No. Si empezamos con vértigo no vamos a llegar a ningún lado. Hay que plantearse prioridades muy claras y Greenpeace las tiene. Hay que ser pragmáticos, pero a la vez ambiciosos. Hay que planificar bien y Greenpeace tiene la suerte de ser una organización muy robusta en España y que parte de una organización internacional muy fuerte. No somos locos románticos pero tampoco pesimistas de los que creen que todo está perdido.
Greenpeace tiene mil frentes abiertos, ¿por cuál piensa empezar?
La prioridad es la lucha contra el cambio climático. Es uno de los retos y de los problemas más importantes a los que se enfrenta la humanidad.
¿Qué grado de compromiso hay en la sociedad de cara a la naturaleza, medio ambiente, sostenibilidad...?
Siempre puede ser mejor, pero al menos en Greenpeace tenemos la suerte de contar con una base social muy amplia, 100.000 socios y socias que son muy fieles y no nos han abandonado en tiempos de crisis. Y pienso que cuanta más información pongamos en la mesa las organizaciones y los medios más va a ser la base social que apoye a Greenpeace o a otra organización.
¿Qué me dice de las instituciones?
La administración pública puede hacer mucho en cómo gestiona lo pequeño: sus oficinas, sus edificios, sus recursos, sus políticas de compra... Hay un amplio campo para la mejora ahí ejerciendo criterios mas sostenibles. A un nivel más de Gobierno, hasta ahora hemos estado en la sombra en un ministerio para los tres medios: medio ambiente, rural y marino. Creo que con el nuevo nombramiento se abre una oportunidad a la mejora. Vamos a ver si se traduce a realidad.
Rosa Aguilar acaba de asumir la cartera ¿que sensación tiene Greenpeace con respecto a este cambio?
Parece que vamos a mantener una reunión con la ministra. Parece que nos va a escuchar, al menos. Esto es positivo porque con la anterior ministra esto no ocurrió nunca. Somos optimistas, pero tiene que demostrar muchas cosas. Tiene que dar un giro de timón muy importante y poner el medio ambiente de nuevo en el ministerio porque ha estado ausente en todos estos años.
¿Por dónde debe empezar ese giro?
Por la Cumbre del Clima de Cancún. La ministra va a Cancún y sería una gran cosa para toda la comunidad mundial si España liderara ese recorte de emisiones del 30% en 2020. Eso sería una señal para toda la comunidad internacional de que Europa se toma este asunto en serio.
¿Qué frentes tiene Greenpeace abiertos en el País Vasco?
Hay dos cosas que nos preocupan. Una de ellas es el puerto exterior de Pasaia, que nos parece que es totalmente innecesario y que puede resultar muy perjudicial en un entorno natural valioso como es Jaizkibel. Nos oponemos por varias razones. Allí hay asociados otra serie de proyectos, como una central térmica, que no están muy claros, que no se han explicado muy bien y podrían ser perjudiciales desde el punto de vista medioambiental. Se va a afectar una zona de acantilados de tres kilómetros y medio muy valiosa y va a generar un aumento de tráfico por tierra en un lugar que ya está muy congestionado. Nos parece que se podrían rehabilitar y mejorar las instalaciones que ya existen con la consabida mejora económica para la zona, y si se hace con criterios medioambientales resultaría mucho más interesante.
¿Y el otro?
El otro de los temas son las incineradoras. Por un lado la de Zabalgarbi, en Bizkaia, que lleva ya unos años funcionando, y que ha demostrado que ha aumentado el nivel de contaminación y toxicidad en los alrededores. Y por otro, está el proyecto para abrir la otra incineradora de Zubieta, en Gipuzkoa. No vemos la necesidad de incinerar y de hacerlo así. Querríamos que se repensara la política de tratamiento de residuos en el País Vasco.
Cuando dentro de 20 años mire hacia atrás ¿que es lo que le gustaría ver para poder decir "lo hemos conseguido"?
Me gustaría decir que Greenpeace fue clave en la decisión nacional e internacional de cortar las emisiones de CO2, y que se pudo contener la subida de las temperaturas en dos grados por encima de la era preindustrial.