Vitoria. Cuando al otoño le queda casi un mes de vida, el plan de nevadas ya ha comenzado a desplegarse sobre Vitoria. La salmuera, que no sal, ha empezado a derramarse tímidamente sobre las calzadas urbanas con mayor riesgo de congelación y la flotilla de miniexcavadoras aguarda preparada para entrar en acción y retirar rápidamente hasta 572 kilómetros de nieve de las aceras, una de los retos contenidos en el documento. Un plan "vivo y cambiante", como ayer lo definió el director municipal de Protección Ciudadana, Iñaki Inoriza, que se adecúa constantemente a las necesidades de la capital alavesa. Eso sí, ante la amenaza de nevada los profesionales del Parque de Bomberos de la ciudad reclamaron cierta dosis de perspectiva a la ciudadanía y que no sean "excesivamente exigentes" a la hora de reclamar la retirada del blanco manto tan habitual por estas latitudes en fechas como las actuales. "Hay que saber convivir con la nieve", señalaron.
Como buena Greeen Capital europea, Vitoria optará este año por la salmuera y no por la sal seca tradicional para disolver las capas de nieve. Un producto con un impacto mucho menor sobre el medio ambiente y menos agresivo con las infraestructuras, amén de los vehículos, cuyas estructuras metálicas acusan rápidamente el efecto corrosivo del cloruro sódico. Hasta 60.000 litros de este granulado y marronáceo producto se almacenan en los silos de Agirrelanda listos para ser dispersados por el municipio. En caso de temporal severo, si es necesario el Ayuntamiento echará mano de todos sus recursos, sal seca incluida, e incluso podrá recurrir a productos de empresas privadas con las que el Ayuntamiento mantiene acuerdos. Como apoyo logístico, cinco camiones quitanieves despejarán el asfalto gasteiztarra y diez tractores actuarán en las zonas rurales.
Para las aceras, el desafío al que este año se enfrentan los responsables municipales, las miniexcavadoras se perfilan como la solución ideal, vista la experiencia del año pasado. La primera intervención servirá para limpiar 170 kilómetros de itinerarios peatonales en torno a puntos críticos, como hospitales, colegios y centros públicos. Posteriormente se irán sumando 144, 98 y 156 kilómetros más en cuatro fases diferenciadas que completarán los más de 570 kilómetros totales dentro de una ciudad con más de 2.000 kilómetros de acera.
En cuanto a la idea lanzada por el Partido Popular a través de su portavoz, Javier Maroto, consistente en emplear a los perceptores de ayudas sociales municipales para retirar la nieve a golpe de pala, Inoriza lo tuvo claro: "lo más eficaz es emplear máquinas", señaló. "Todo el mundo recuerda la nevada de enero, cuando se trabajó a mano y hubo tantos problemas, pero nadie recuerda la de febrero en la que las máquinas lo despejaron todo rápidamente", agregó.