agurain. La mañana amanece fría y con niebla. Pero las inclemencias no son obstáculo para Alí, Mustafá y Ramdame, que llegan a Agurain, la capital de la Llanada oriental, con la esperanza de encontrar trabajo en la próxima campaña de recogida de la patata. Ellos, al igual que muchos otros inmigrantes, en su mayoría marroquíes y argelinos, abandonaron sus hogares en busca de un futuro incierto al otro lado del Mediterráneo.

La primera parada en su búsqueda, un bar de la localidad, sólo es para hacer un alto en el camino para llevarse a la boca algo caliente, un café con leche, y unas galletas. Con ello, esperan afrontar un duro día en el campo o en busca de trabajo. Los temporeros que acuden a Agurain para trabajar en las tareas agrícolas cuentan con su punto de encuentro. Ubicada en las instalaciones de Lanbide, en la plaza de San Juan, la oficina de información sobre temporerismo, gestionada por Itsasmendikoi, trata de ofrecer desde principios de este mes asesoramiento personalizado, tanto a nivel sociolaboral como a nivel de seguridad y salud laboral, tanto a los jornaleros como a los agricultores de la zona dedicados a la producción de patata.

Este servicio, que estará abierto de 9.00 a 14.00 de lunes a viernes en septiembre y de 9.00 a 13.00 y de 15.00 a 17.0 horas en octubre en las citadas instalaciones, informa a los temporeros sobre las actividades de la campaña, incluyéndolos en una bolsa de trabajo. Desde su puesta en marcha se han inscrito unos 35 jornaleros. Allí les explican sus derechos y deberes. De hecho, la oficina funciona como asesoría ante cualquier problema de índole laboral que pudiera surgir. La oficina también da servicio a los agricultores, a los que asesora sobre diferentes aspectos referentes a la consecución de mano de obra, contratación y alojamiento.

Enmarcada en el II Plan Integral de Atención al Trabajo Temporero 2008-2013, la oficina de Agurain está abierta a todas las personas que quieran recabar información sobre contratos de trabajo o bolsas de trabajo para trabajadores de este sector. Asimismo, también se ofrecerá información sobre la legislación vigente, asi como ayudas para adaptar los alojamientos a esa misma legislación.

Por supuesto, también se pueden demandar números de teléfono de interés y otros datos que pueden ser útiles para el solicitante. Es importante señalar que la persona que atiende la oficina está coordinada tanto con los técnicos de prevención comunitaria de la Diputación Foral de Álava con el fin de aprovechar recursos y mejorar resultados y con la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA), que tramitará las gestiones correspondientes a la Seguridad Social.

Ana San Jurjo, encargada de la oficina en la Llanada, señala que "aunque está llegando gente a informarse, la mayoría de los que vienen ya son cuadrillas formadas y conocen al agricultor para el que quieren trabajar, por lo que no hay tanta gente deambulando". Además, la situación de crisis por la que atraviesa el país ha motivado una mayor presencia de trabajadores de otros sectores en la agricultura, así como la procedencia de los mismos. "Este año hemos notado que se ha acercado hasta aquí más gente que vive en el pueblo y en los alrededores, principalmente por la falta de trabajo en la construcción", indica San Jurjo.

Aunque la necesidad varía en función del tamaño de la explotación, la media de trabajadores es de 5 ó 6 en cada una de ellas. Desde la oficina de atención al temporerismo se constata un descenso en el número de temporeros contratados en la Cuadrilla de Salvatierra, ya que ha descendido la extensión agrícola dedicada a la patata y porque muchos agricultores han recurrido a familiares para hacer la recogida.

Lograr algo de dinero que les permita volver a su país y poder ayudar a su familia no son las únicas motivaciones que impulsaron a Alí, Mustafá y Ramdame a recorrer miles de kilómetros. "Aquí se está mejor. No hay guerra, ni problemas políticos". Los tres coinciden en señalar que "aquí nos tratan bien".

Aunque la mayoría de los temporeros desplazados hasta la Llanada es de origen marroquí y argelino, también se ha constatado la presencia de mano de obra rusa, lusa e incluso del resto de la Península.

Desde la puesta en marcha de la campaña de la patata en la comarca, el albergue de Agurain permanece abierto para acoger a los trabajadores del campo y ofrecer un alojamiento digno a las personas que llegan a la Llanada oriental en busca de trabajo durante la campaña de recogida de la patata.

Las instalaciones, ubicadas junto al complejo escolar, tienen capacidad para 31 personas, ampliables hasta cuarenta. El albergue Aniturri cuenta con duchas, comedor y una sala de esparcimiento y permanecerá en funcionamiento hasta que finalice la recogida de la patata, que dependerá tanto de la afluencia de trabajadores como de las condiciones climatológicas. Todos sus inquilinos buscan una mano amiga que les ayude a salir de la miseria y les dé una oportunidad para trabajar.