vitoria. Aunque no son tiempos muy boyantes para los libros, un título Toloño y Cantabria, dos sierras, dos mundos acaba de lanzar su segunda edición, revisada y ampliada, tras agotarse todos los ejemplares que salieron a la venta el año pasado. Escrito por Salvador Velilla Córdoba, natural de Lapuebla de Labarca y casi recién galardonado con la distinción Landázuri 2009, y por Carlos Muntión Hernáez, un caracolero nacido en Tricio (La Rioja), profesor de historia y fundador de la editorial Piedra del Rayo, se propusieron "dar a conocer un espacio compartido por vascos, navarros y riojanos, de gran personalidad y diversidad, poseedor de un extraordinario patrimonio material e inmaterial".
Con una abundante documentación y una cuidada fotografía, Toloño y Cantabria ofrece una primera parte de descripciones geográficas para entrar a desarrollar posteriormente el parque temático de la prehistoria, ya que en la zona hay constancia de más de 30 asentamientos y una importante colección de dólmenes, entre los que se ha incluido el recientemente descubierto, y todavía en fase de recuperación, de Villabuena de Álava, o los últimos datos del de La Huesera, en Laguardia. A continuación, otros dos capítulos detallan aspectos de los eremitorios, ermitas, monasterios y necrópolis de la zona, así como las atalayas de vigilancia y los restos de castillos.
Otro capítulo describe los oficios del monte y el campo. Los pastores, agricultores, carboneros, ballesteros, caleros o recogedores de lavanda, con historia muy cálidas y humanas recogidas a través de testimonios y de recuerdos de las gentes de la comarca. Pero quizás, uno de los capítulos más llamativos, por las descripciones tan detalladas y porque no hay apenas literatura sobre este tema, son lo que denominan Propuestas senderistas.
En la primera edición se explicaron el monte Toloño, el Camino de Santiago, la Ruta del carbón y el vino, la Ruta de los pastores de cerdos, la del Cartero de Laguardia a Bernedo y el paraíso que es para los escaladores Sierra Cantabria, con algunos cortados espectaculares, muy prestigiosos entre la élite alpinista. Además, en la segunda edición, se ha incluido una nueva ruta, la del Boticario, fruto del itinerario botánico realizado por Xavier de Arízaga en el año 1785.
Esta ruta partió de Elciego, donde residía este riojano nacido en Soto de Cameros, y de donde fue alcalde en dos ocasiones. La caminata realizada, recogiendo y clasificando plantas le llevó primero hasta Samaniego y, desde allí, ascendió Sierra Cantabria hasta Pipaón, Lagrán y Bernedo.
Desde allí bajo por Puerto Nuevo a Kripán, Elvillar y, finalmente, a Laguardia y Elciego. Se trata de una ruta de cinco días de duración para amantes detallistas de la naturaleza, que gustan de detenerse a ver la flora de cada zona que se atraviesa.
Ritos y fiestas populares El libro se completa con un capítulo dedicado a los ritos y las fiestas, algunas de las antiguas leyendas de las dos comarcas y un curioso recorrido por los secretos del monte, como la forma que tenían de calcular la hora que era en cada uno de los pueblos, mirando, sencillamente, las sombras de la montaña, o la forma de amojonar los términos municipales.
La idea que barajan los autores, si la demanda vuelve a acompañarles, es ir actualizando este libro en sucesivas ediciones, ampliándolo con novedades que permitan profundizar aún más en las gentes, la historia y los valores y recursos de estas dos comarcas que son Rioja Alavesa y Montaña Alavesa.
Esta nueva edición coincide en el tiempo con la información de la inversión foral, por parte del Departamento de Cultura liderado por Lorena López de Lacalle, para restaurar y ensalzar turísticamente durante este ejercicio para financiar la investigación, excavación, consolidación y restauración de tres dólmenes ubicados en distintas localidades de la Cuadrilla de Rioja Alavesa. Para ello se destinarán un total de 120.000 euros.