los profesionales de la Sanidad pública vasca están perplejos. Y preocupados. El proyecto estrella del Gobierno López en materia sanitaria ha obligado a dar un giro de 180 grados en cómo se gestiona el departamento que se lleva un tercio del presupuesto del Ejecutivo vasco. El cambio a riesgo de producir resultados inesperados. El consejero Rafael Bengoa ha fiado el grueso de su gestión a un solo proyecto, bautizado O-Sarean Osakidetza en Red, que pretende poner en marcha una plataforma que facilite las consultas médicas por teléfono y correo electrónico, así como otras tareas, como el seguimiento de los pacientes crónicos.
Para desarrollar este gran entramado tecnológico y humano, el encargado de la tarea es Osatek, hasta el momento una sociedad pública dedicada a realizar las resonancias magnéticas a los pacientes de Osakidetza. Osatek facturó el año pasado 16,4 millones de euros. A día de hoy, además de seguir encargada de las resonancias, diseña y gestiona la plataforma multicanal para O-Sarean, un proyecto que acaba de adjudicar por 12 millones de euros a la Unión Temporal de Empresas formada por Accenture, Telefónica y PricewaterhouseCoopers.
Millones encima de la mesa cuyo último responsable es Pablo Arbeloa López (anteriormente apellidado López Arbeloa), nombrado director gerente de Osatek hace un año. La razón de la sorpresiva elección de Osatek para comandar la nueva etapa radica en la absoluta confianza que Bengoa tiene en Arbeloa, con el que ha trabajado en la empresa privada muchos años. Además, el consejero no parece proclive a encomendar su niña bonita a Osakidetza, un ente público que se ha convertido en la empresa más grande de Euskadi y que tiene unas formas de hacer muy asentadas, con mucha experiencia y un absoluto control de la realidad sanitaria.
Mucho han cambiado las cosas para Osatek desde el aterrizaje de Pablo Arbeloa. Creada por Osakidetza en 1992, Osatek se fundó con el objetivo de realizar diagnóstico por imagen, ya que en aquel momento las resonancias se contrataban a la Sanidad privada con costos muy onerosos. El transcurrir de los años ha certificado que se trató de una buena idea, copiada después por otras comunidades autónomas, que posibilitó la independencia respecto a la sanidad privada y una probada eficiencia económica.
Nuevos tiempos, objetivo incierto
Un cajón de sastre
La llegada de los socialistas al poder trajo consigo que Osatek haya modificado su objeto social, de forma que se convierte en algo parecido a un cajón de sastre, donde todo es posible. En octubre de 2009, los nuevos gestores de Sanidad establecen que Osatek se encargará de la "prestación/provisión de servicios de apoyo al sistema sanitario vasco, especialmente aquellos que tengan un carácter corporativo o cuya aplicación conlleve procedimientos de alta tecnología. Será asimismo objeto la docencia e investigación en el régimen y condiciones que se determinen en el marco de la política sanitaria del País Vasco". Ahora todo es posible, incluso que gestione uno de los proyectos "más importantes" del Departamento de Sanidad, según confesó el propio Rafael Bengoa en la presentación de O-Sarean.
Dicho acto, en el que también participó Arbeloa, sirvió par aclarar que la plataforma pretende ofrecer atención médica a través de internet, correo electrónico y teléfono móvil, y hará posible la interacción a distancia entre el paciente y los servicios de salud. La telemedicina en estado puro. Implantada el mes de junio como prueba piloto en Bilbao, los servicios se irán extendiendo de manera paulatina al resto de Euskadi, de manera que a finales del próximo año se hayan generalizado a toda la población vasca.
viejos conocidos y aliados
Relación de Bengoa y Arbeloa
En los círculos sanitarios se especula con los motivos que ha tenido Bengoa para encargar a Osatek la gestión del vasto entramado que representa O-Sarean. La lógica indica que un proyecto de este calado debería haber estado gestionado desde el Departamento de Sanidad, a través de la Dirección de Planificación y Ordenación Sanitaria, o desde Osakidetza y su dirección de Asistencia Sanitaria. Incluso la Dirección de Atención de Emergencias, participada por Interior y Osakidetza, se postuló en algún momento para gestionar esta plataforma tecnológica al ser la responsable de una especie de precedente, el centro coordinador de emergencias del 112, con largos años de experiencia en el trabajo de enlazar las urgencias que recibe por teléfono con los profesionales y medios sanitarios.
Pero, finalmente, Bengoa prefiere encargar la puesta en marcha de O-Sarean a Osatek, una empresa que el año pasado tenía una plantilla de unas 120 personas -muchas de ellas médicos radiólogos-, antes de que la asuma Osakidetza, que da trabajo a más de 30.000 personas.
La razón última parece radicar en la figura del director gerente de Osatek. Bengoa confía plenamente en él. En 2002, Pablo Arbeloa fue nombrado apoderado de B&F Gestión y Salud, la consultoría fundada cinco años antes por el actual consejero de Sanidad y su viceconsejero Jesús María Fernández. Un año más tarde se convirtió en administrador de la sociedad. Más aún, B&F y otras dos empresas relacionadas con Arbeloa comparten domicilio social, según figura en el Registro Mercantil, siendo dicha dirección la vivienda particular del gerente de Osatek. Lo cierto es que, desde la llegada de Rafael Bengoa al Departamento de Sanidad, dos consultoras sanitarias relacionadas con Arbeloa y con la directora de Farmacia, Paloma Acevedo, han recibido la adjudicación de al menos cuatro contratos por un valor total de 146.140 euros.
Según fuentes conocedoras del Departamento de Sanidad, la decisión de Bengoa de poner al frente de O-Sarean a la empresa pública que dirige Arbeloa "descapitaliza" tanto la consejería como Osakide-tza, ya que Osatek a partir de ahora tiene más contenido que algunas de las direcciones más importantes del departamento. "Se trata de una aberración estratégica que denota una falta absoluta de confianza en el personal de Osakidetza".
Por otra parte, Osatek está viviendo conflictos internos debido a los recortes salariales que quiere imponer Arbeloa a los radiólogos para abaratar los costes de las resonancias. Si el conflicto no se resuelve en la negociación del convenio colectivo, el Consejo de Administración de Osatek ha decidido producir resonancias sin su preceptivo informe, con el objetivo de que asuman este trabajo los radiólogos de Osakidetza, o externalizar el servicio. Según fuentes médicas consultadas, de tomarse esta decisión, se provocará una pérdida de calidad del servicio y retrasos en los diagnósticos.
Gran autonomía
Un cargo deseado
Osatek es una empresa pública con un alto grado de autonomía respecto al Gobierno Vasco, ya que mantiene su propio consejo de administración. Un ejemplo de la independencia que se le ha querido otorgar es que su sede está en el Edificio Plaza Bizkaia de Bilbao, a escasos metros del flamante edificio de Osakidetza, inaugurado hace dos años. Los trabajadores de Osatek tienen un convenido colectivo independiente del de Osakidetza. En concreto, el sueldo del director gerente de esta empresa, equiparable al de un director de Osakidetza -aproximadamente 75.510 euros al año-, se considera el bombón de la administración pública sanitaria, teniendo en cuenta que hasta el momento se trataba de una empresa con un bajo perfil público.
Este cargo no ocupa la primera fila de responsabilidad en el Gobierno; es lo que se viene a denominar un puesto cómodo. Es vox populi que, en un primer momento, Bengoa ofreció a Arbeloa la dirección de Planificación y Ordenación Sanitaria del departamento, que éste desestimó para luego aceptar la gerencia de Osatek. "De haber dicho sí, en este momento el proyecto O-Sarean estaría en manos de Planificación Sanitaria", afirman fuentes conocedoras del proceso. Lo que sí parece claro es que Arbeloa goza de la total confianza de Bengoa y "va a poder hacer lo que quiera". El encargo que le ha hecho el consejero es poner en marcha un proyecto que no cree que pudiera controlar en su totalidad si lo deja en manos de Osakidetza. "No se siente cómodo con Osakidetza, pero la pregunta que habría que hacerle es cómo va a injertar O-Sarean, un sistema externo gestionado por Osatek, en el sistema sanitario controlado por Osakidetza, porque los médicos y enfermeras están ahí", resumen dichas fuentes.