Vitoria. El Tren de Alta Velocidad (TAV) avanza a velocidad de crucero. Al menos, así lo asegura Adif, sociedad estatal gestora de las infraestructuras ferroviarias, quien resta importancia al frenazo de los trabajos de la Y vasca a la altura de Legutiano y del río Zadorra debido al tijeretazo impuesto por Fomento para facilitar la reducción del déficit del Estado.
A pesar del recorte impuesto desde el Ministerio a once de sus proyectos en construcción, Adif afirma que se ciñe a sus objetivos. A día de hoy ve factible que para dentro de seis años la línea comience a circular por las vías vascas. "Adif se mantiene firme en las declaraciones de su presidente Antonio González a principios de este mes", aseguran desde la empresa.
Sin querer dar más detalles de los recortes, Adif se remite a las palabras de su máximo responsable cuando afirmó que mantenía "inalterable" el compromiso de que la línea que pasa por Euskadi iba a estar operativa para 2016. González hacía estas declaraciones durante una visita a la culminación de la primera fase de excavación del túnel de Induspe, incluido en el tramo Eskoriatza-Aramaio, en la que destacó "la determinación del Ministerio de Fomento de no reducir absolutamente ningún contrato".
En este sentido, también la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, aseguró en verano que el Ministerio de Fomento y Adif no iban a parar ninguna obra ya en marcha, si bien dejaba abierta la posibilidad de "adaptar los ritmos a las disponibilidades presupuestarias". O lo que es lo mismo, dejar de pisar el acelerador.
Fuentes de la Delegación del Gobierno central en el País Vasco consultadas por este periódico aseguran no disponer de ninguna información relacionada con la marcha de las obras del TAV, por lo que se limitan a repetir las palabras del presidente de Adif sobre el cumplimiento de los plazos.
En cualquier caso es una evidencia que el recorte está afectando también a las empresas que se encargan de la seguridad de las obras, no sólo en Álava, sino también en Bizkaia, algo que no ocurre en la línea que va a Donostia. El ramal guipuzcoano no le tocan de lleno los abroches de cinturón de Fomento, dado que de su construcción se encarga Lakua.