logroño/vitoria. "La situación es tan dramática que conozco a un viticultor de Leza, propietario de tierras de viñedo, dispuesto a vender una parte de su patrimonio sólo para poder sobrevivir". Así se expresaba ayer el miembro de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA), Eduardo Jalón, en un intento por sintetizar en una imagen el presente y futuro tan inciertos que se presentan para quienes producen las uvas con las que se hace el vino amparado bajo la DOC Rioja desde que los precios del fruto de las vides ha caído por los suelos pese a que los mejores caldos siguen con precios similares a los de antaño.

Ayer, Logroño, fue el lugar donde todos los sindicatos del campo de Álava, La Rioja y Navarra dieron un ejemplo de unidad para exigir soluciones que les permitan ganar el sustento suficiente como para vivir todo el año. El caso es que desde antes de las once de la mañana varios miles de agricultores se habían concentrado frente a la fachada del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja para manifestarse por las principales calles de la capital riojana. La convocatoria se había trabajado en los últimos meses por todas las organizaciones de productores, desde la UAGA, hasta los de Navarra, pasando por ENHE y los Jóvenes Agricultores de ASAJA. Cada organización había realizado sus propias comunicaciones avisando a afiliados y simpatizantes para que la jornada del 11 de septiembre en Logroño demostrara la unanimidad en contra de la precariedad y la unilateralidad de los precios de la uva marcada por las bodegas.

Antes de comenzar la manifestación, los portavoces de los sindicatos atendieron a los medios para explicar sus posicionamientos con los que se reivindican los derechos de los agricultores. De esta manera, el primero en hablar fue el recientemente proclamado presidente de ASAJA en La Rioja, Javier Rubio, que quiso agradecer "la presencia de todos los asistentes". En ese sentido, subrayó que "el sector del vino Rioja no puede continuar así, ya que los precios de la uva y el vino son casi irrisorios". Por su parte, Eduardo Jalón, de UAGA, consideró "muy grave" la situación que están sufriendo los agricultores en estos momentos" ya que están viviendo una realidad "insostenible".

Mientras desde la megafonía se avisaba de la formación de la cabecera de la manifestación, a pocos metros de la entrada principal de la sede del Consejo Regulador de la DOC, aparecieron unos agricultores con varios capazos llenos de uvas. Adivinando lo que iba a suceder, los congregados en la rampa se apartaron e inmediatamente comenzó el lanzamiento de uvas contra las cristaleras oscurecidas de la sede mientras dos policías, tapados con sus escudos, aguantaban impertérritos la lluvia de granos reventados que iban dejando de color granate el suelo. No fueron los únicos. Cuando apenas habían terminado de vaciar los capazos aparecieron las bolsas de plástico de la compra llenos de uvas y otros jóvenes relevaron a los anteriores en el lanzamiento de racimos.

A continuación se formó la cabecera de la manifestación con los dirigentes de los sindicatos y algunos políticos, como el secretario general de los socialistas riojanos, Francisco Martínez Aldama. Por parte de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava, estaban Eduardo Jalón y el alcalde de Lapuebla de Labarca, y miembro del Consejo Regulador por el sector productor, Daniel Espada.

Los primeros metros de la marcha transcurrieron sin novedad, encabezados por la pancarta, en la que se podía ver el lema de la reivindicación Por un precio justo para la uva y el vino de Rioja, pero al llegar al segundo cruce de calles dos grupos de agricultores comenzaron a volcar contenedores de basura en medio de la calzada, así como algunas vallas que se habían colocado por parte del Ayuntamiento de Logroño para que los vehículos no molestaran el transcurrir de los agricultores. Aunque las acciones policiales apenas fueron apreciadas por los manifestantes, lo cierto es que la Policía nacional, que guardaba el orden de la protesta, identificó a varias de estas personas y transmitieron sus datos a la comisaría riojana.