Ciencia

equipo de divulgación de kutxaespacio de la ciencia

En el año 2005, la UNESCO declaró como "Patrimonio de la Humanidad" un museo al aire libre. Un espacio único lleno de restos de antecesores de las ballenas actuales. Este lugar se encuentra en África, en Egipto, y responde al nombre de "Valle de las Ballenas".

ya sabemos que la desaparición de los dinosaurios, probablemente ayudada por el choque de un meteorito contra la Tierra, hizo que los mamíferos se adueñasen de todos los nichos ecológicos que dejaron libres. Veinte millones de años después, en la orilla del mar de Tetis, ocurría algo sumamente interesante. Algunos mamíferos terrestres se fueron alimentando cada vez más de productos del mar y poco a poco perdieron los miembros traseros, adquirieron una forma de pez, y cada vez fueron viviendo más tiempo en el agua. Se trata de los animales que dieron origen a las ballenas, delfines, marsopas... en definitiva, a los cetáceos.

Para hacernos una idea de cómo era el mar de Tetis hace 45 millones de años debemos pensar en el Mediterráneo. En la parte oeste pensemos que África está muy al sur de la Península Ibérica; es decir, que el estrecho de Gibraltar es muy ancho. En su parte este no está cerrado, la Península Arábiga no está allí, por lo que hay un gran paso de agua entre el actual Mediterráneo y el Mar Rojo/Mar de Arabia. Esa enorme franja de agua que separaba África de Europa formaba parte del mar de Tetis, aunque era mucho más grande. India todavía no había chocado con Asia y estaba mucho más al sur. Tetis pasaba por el medio de los dos. Algo parecido ocurría con la parte oeste. América del Norte estaba muy separada de América del Sur. El mar de Tetis llegaba hasta allí. Así que el mar de Tetis era como una enorme franja de agua que iba desde el Pacífico en Asia hasta el Pacífico en las Américas. Es curioso que sea en este momento cuando los paleontólogos deciden renombrar a ese gran océano que cubre una enorme parte de la Tierra como Pacífico. Es bastante habitual que para épocas anteriores se le llame Pantalasa, pero a partir de los 45 millones de años, al mismo mar se le suele dar el nombre de Pacífico. No sabemos exactamente cómo eran las corrientes marinas en aquel gran mar, pero las simulaciones por computador indican que el agua en Tetis iba de este a oeste, siempre en el mismo sentido. En el norte de África, su orilla sur estaba mucho más al sur que la costa del Mediterráneo de hoy y llegaba hasta a unos 250 kilómetros al sur de El Cairo, hasta la depresión de Uadi Rayan, en la provincia de Al Fayum. Fue allí, en las cercanías de la costa sur, donde probablemente se desarrollaron los acontecimientos que dieron origen a los cetáceos totalmente marinos. Tan sólo hay otro lugar en el mundo con una historia tan detallada de la evolución de los cetáceos. Se trata de Pakistán, que por aquel entonces también estaba a la orilla del Tetis y donde han aparecido fósiles de animales antecesores de los cetáceos. Uno de ellos es el Pakicetus y otro es el Ambulocetus. Las terminaciones en cetus ya nos indican que tienen algo que ver con los cetáceos. El Pakicetus era un animal terrestre, pero el Ambulocetus, como insinúa su nombre, andaba en la tierra y nadaba en el mar.

Hasta la década de los 90 se pensaba que el antecesor de los cetáceos era un ungulado -con pezuñas- cuyo aspecto se parece a un lobo; pero los estudios genéticos de esa década llevaron a una conclusión un poco distinta. Su antecesor sí tenía pezuñas, pero de un tipo concreto, que se llama artiodáctilos y se corresponde con animales con un número par de dedos. Es un orden en el que están los camellos, jirafas, vacas, antílopes, llamas, cerdos y los hipopótamos. Probablemente los cetáceos proceden de la familia de estos últimos.

El Pakicetus, encontrado en Pakistán, recuerda a un perro con la cola muy gruesa y con pezuñas. Vivió hace 53 millones de años. Su nombre, terminado en cetus, ya nos índica que es un antecesor de las ballenas. Pero el camino desde el Pakicetus a las ballenas actuales no fue fácil, hubo muchos animales intermedios. Aunque, de entre todos ellos, nos queremos quedar dos: el Basilosaurus y el Dorudón. El motivo de elegir estos dos es que muchos de los fósiles más llamativos que se ven en el Valle de las Ballenas pertenecen a estas dos especies. El Dorudon tenía unos cinco metros de largo y el Basilosauros llegaba a los 18. En ambos grupos ya se identifican perfectamente las características de los cetáceos.

Estos animales vivían en las zonas costeras y eran carnívoros, alimentándose de peces y moluscos. Morían en el agua y sus restos se depositaban en los fondos marinos. Poco a poco se fosilizaban. Lo que hoy encontramos en el Valle de las Ballenas es aquel fondo marino donde estos animales vivían y morían. En este lugar se han encontrado restos de quince tipos distintos de ballenas, que se esparcen por el desierto en un espléndido museo al aire libre, donde la protección de las valiosas piedras es tan sólo una cuerda que rodea el lugar. Se han encontrado esqueletos completos, con sus costillas, columna vertebral, cráneo y dientes. Además de restos de antiguas ballenas, hay tortugas fósiles y sirenios (dugones y manatíes); también hay peces, dientes de tiburón y fósiles de invertebrados.

Hoy existen dos tipos de ballenas. Por un lado están las que tienen dientes, cuyo nombre, odontocetos, viene de diente (odonto) y cetus (ballena); y por otro, las que no tienen dientes sino barbas o ballenas y que reciben el nombre de misticetos, del griego mystix (que significa bigote) y cetus (que ya sabemos que es ballena). Pero en la historia de la vida los misticetos son posteriores y en el Valle de las Ballenas sólo las hay con dientes, que sin duda son los antecesores de los actuales odontocetos, que incluyen a las ballenas asesinas (orcas) y a los delfines. Una cosa que se echa en falta es restos de fósiles que muestren el "órgano del melón" que los delfines y las orcas de hoy en día utilizan para lanzar sonidos y "ver" con los ecos, lo que significa que su origen es posterior.

Viendo este lugar tan desolado, rodeado de arena por todas partes, y tan lejos de cualquier zona con agua, parece mentira que hace 45 millones de años esto fuera el fondo de un mar poco profundo, con una vida exuberante.

el delfín

Un "murciélago marino"

Veinte millones de años después de los acontecimientos que podemos observar en el Valle de las Ballenas, Tetis se había hecho mucho más estrecho ya que África se acercaba a Europa, y la Península Arábiga chocaba con Asia, cerrando el paso del agua. En esas circunstancias, las corrientes cambiaron totalmente y se produjo un enfriamiento del planeta, lo que originó una gran diversificación en las formas de vida. Tenían que adaptarse a las nuevas circunstancias o morir. Y es entonces cuando evoluciona la sofisticada utilización del sonido por parte de los delfines. Se ven obligados a cazar en zonas en las que apenas hay luz.

Un ejemplo claro es el delfín del Ganges, que es casi ciego pues las aguas son demasiado turbias para ver en ellas por medio de la luz. Así que ve por medio del sonido. Su mecanismo funciona de un modo similar a los murciélagos. Nosotros, los humanos, oímos como mucho sonidos que vibran a 20.000 veces por segundo (ciclos por segundo); los delfines emiten a 100.000 ciclos por segundo. Todo lo que está por encima de 20.000 lo llamamos ultrasonidos. Así que los delfines emiten ultrasonidos con los que "ven" perfectamente en aguas turbias.

A partir de los ecos son capaces de calcular la distancia y dirección, si los objetos son pequeños o grandes, si se mueven o están quietos y, si se mueven, cuál es la velocidad y sentido de su movimiento. En definitiva, ven gracias al sonido que emiten. Y, por supuesto, ven por la noche, en aguas turbias o a mucha profundidad, lo que les da una excelente ventaja.

Para lanzar sonidos utilizan la parte abultada que vemos en la frente de los delfines. Ese órgano que parece un melón es en el que, mediante aire comprimido, se crean los ultrasonidos. Para que sirva como órgano de "vista", el delfín tiene que recibir los ecos y ser capaz de interpretar todo ese conjunto de señales. Los delfines las reciben en una gran área que está alrededor de la cabeza y la mandíbula inferior. Esa zona es asimétrica para ayudar en el análisis fino del sonido. Cuanto más refinado es el sistema de localización por ecos (ecolocalización), más asimétrico es el cráneo. Así que la asimetría craneal de los fósiles es una buena indicación de su capacidad de ecolocalización. Un antecesor del delfín moderno es el Kentriodón, que es un género ya extinto de cetáceos. Casi con seguridad, este animal utilizaba ecolocalización, pero su cráneo simétrico nos hace pensar que no era muy buena. Probablemente eran los inicios de este sistema de "ver" y todavía era muy rudimentario.

orcas

Localización de las presas

No solamente los delfines, de hecho todos los odontocetos -recuerden, las "ballenas" con dientes- tienen un sistema de ecolocalización mejor o peor. Por ejemplo, las orcas actuales también descienden del Kentriodón y también tienen un sistema de ecolocalización que les permite conocer la ubicación de las presas antes que con la vista. Emiten por un "melón" similar al del delfín y reciben el sonido a través de la mandíbula inferior.

En los viejos tiempos del Valle de las Ballenas los ojos les eran muy útiles pues siempre estaban en mares poco profundos donde la luz del Sol llegaba. Pero cuando los cetáceos se "animan" a hacer grandes viajes e ir de un continente a otro se encuentran con que, si se sumergen mucho, la luz desaparece, a veces las aguas son turbias... Y, si se van muy al norte, la noche dura varios meses. En esas condiciones, ser capaces de generar tus propios sonidos y ver con ellos es una gran ventaja.

Si lo pensamos un momento, es lo mismo que les ocurrió a los murciélagos. Cuando empezaron a vivir en cuevas donde no llegaba la luz tuvieron que inventar un nuevo sistema de ver y lo hicieron con el sonido.

No deja de ser curioso que los clics, que oímos tanto a los delfines como a los murciélagos, sean parte de su "linterna" particular.

BALLENAS

Arriba, el mar de Tetis, hace 65 millones de años; abajo, cuando surgió el "Valle de las Ballenas".