barcelona. Los cooperantes Albert Vilalta y Roque Pascual agradecían ayer los esfuerzos hechos para su liberación al llegar al aeropuerto barcelonés de El Prat procedentes de Burkina Faso. Pascual y Vilalta fueron recibidos a pie de pista por sus familiares más cercanos, sus padres e hijos, ya que sus respectivas esposas, Isabel y Mónica, viajaban con ellos en el avión que les traía desde Uagadugú. Pero había otra persona especial esperándoles. Albert Vilalta y Roque Pascual se fundieron en un abrazo "muy emotivo" con Alicia Gámez -apresada con ellos y liberada en marzo- en la zona privada que el Aeropuerto de El Prat de Barcelona habilitó para el encuentro entre los secuestrados y sus allegados, ajenos a flashes y cámaras. El portavoz de la Barcelona Acció Solidària, Josep Ramon Giménez, explicó que el presidente de la Caravana Solidària, Josep Carbonell, fue el único miembro de la entidad que accedió a la zona privada y presenció el reencuentro de los tres. "Se reunieron con una gran emoción y con abrazos", señaló Giménez que indicó que Gámez lo necesitaba "vitalmente", por la carga que le suponía haber sido liberada primero, dejando atrás a sus compañeros en manos de Al Qaeda en el desierto. "Para Alicia, su liberación fue un regalo envenenado", prosiguió tras subrayar el sufrimiento de la cooperante en los últimos meses. "A partir de su abrazo intenso con Vilalta y Pascual, empieza su recuperación", sentenció, "Mi felicidad será completa cuando regresen Albert y Roque", dijo Gámez el día que aterrizó en Barcelona. Aunque acudió al El Prat a recibir a sus compañeros, no se mostró en público.

Vilalta caminaba apoyándose en una muleta, a consecuencia de las heridas sufridas en el secuestro, y Pascual estaba mucho más delgado por los kilos perdidos durante el cautiverio, al igual que su compañero. Vilalta explicó que los secuestradores les trataron de forma correcta. "Hemos vivido como ellos viven, hemos comido lo mismo que ellos comen y dormido como ellos duermen, dentro de las condiciones de vida que tienen duras, en medio del desierto", señaló Vilalta que insistió en que "eso no resta nada de la gravedad de la naturaleza de lo que hemos padecido, un secuestro que nos han arrancado de nuestras vidas durante nueve meses; ha sido muy duro". Para este cooperante lo peor de esta situación ha sido estar lejos de la familia, aunque reconoció que en todo momento mantuvieron la esperanza.

Por su parte, Roque Pascual, agradecía también la movilización social desencadenada por su secuestro, así como la acción de las autoridades "en un proceso muy complicado, en diversos países y ante una gente muy especial". Pascual, que adelantó que estará unas semanas de vacaciones antes de atender a los medios que quieran conocer su aventura, anunció a sus seres queridos que intentará devolverles "todo lo posible" por "este disgusto que os he dado tan grande".

Omar saharaui "ha desaparecido" Mientras, el mercenario al que Al Qaeda encargó perpetrar el secuestro de los cooperantes en Mauritania "ha desaparecido" tras ser extraditado hace días desde este país al vecino Mali, reconoció una fuente militar maliense, que pidió que no se revele su identidad.

Omar Sid-Ahmed Uld Hamma, alias Omar Saharaui, fue extraditado de Mauritania a Mali este mes tras ser condenado a 12 años de prisión en lo que diversos analistas han visto como parte de un acuerdo para la liberación. "No podemos encontrar" a Omar Saharaui, declaró esta fuente militar, que ha añadido que tras su extradición Saharaui fue llevado a la sede del Servicio Nacional de Juventud en Bamako, pero que ya no se encontraba allí. El Ministerio maliense de Justicia rehusaba hacer comentarios al respecto y apuntaba que ya no se ocupaba de este asunto. Sin embargo, el secuestrador reapareció ayer en una entrevista telefónica concedida a France Press desde algún punto de su país de origen, en la que afirmaba ser "un hombre de negocios" y negaba "pertenecer" a Al Qaeda".

Varios medios de comunicación malienses informaban de que se había pagado un rescate de cinco millones de euros por los cooperantes. No obstante, y según distintos analistas políticos, AQMI ha ingresado millones de dólares por pagos de rescates de rehenes en el último año.