vitoria. La lacra de la violencia machista parece no tener fin. Cuando los ecos de la pasada semana aún no se han calmado, un nuevo episodio de maltrato y de amenazas ha tomado el relevo informativo para poner de manifiesto la dimensión de este problema social, que ya ha sacado a la luz una nueva víctima y un nuevo presunto agresor, ya detenido por efectivos de la Guardia Urbana de la capital alavesa. Se trata de un varón de 37 años de edad.

Según fuentes consultadas, el arresto llevado a cabo por la Policía Municipal tuvo lugar a las 22.00 horas en la calle Manuel Iradier. Al parecer, la centralita de la comisaría de Aguirrelanda recibió un aviso anónimo. En él se ponía de manifiesto que una pareja se encontraba en plena calle discutiendo. Las alarmas se dispararon cuando se supo que el varón esgrimía entre gritos una navaja, con la que presuntamente apuntaba a su pareja con aire amenazante.

Tras recibir la información, una patrulla llegó al lugar de los hechos para certificar la magnitud de la supuesta agresión. Al llegar, la mujer manifestó que el hombre, con el que mantenía una relación sentimental le había amenazado con un arma blanca y que le había zarandeado. También explicó que el maltrato era habitual. Ante las evidencias, los policías encargados del caso desarmaron al varón y decidieron arrestarle para su posterior paso a disposición judicial.

Este caso se suma a los vividos la pasada semana. Entonces, un agente de la Policía autonómica en Vitoria fue arrestado tras realizar varios disparos al aire en las inmediaciones de su casa después de que hubiera mantenido una discusión con su pareja sentimental, a la que agredió en el domicilio familiar. La víctima se refugió en el cuartel de la Guardia Civil del barrio de Sansomendi.

Además, también la pasada semana, fue detenido un joven de 23 años en la capital alavesa acusado de maltratar a su ex pareja sentimental. El detenido la emprendió a golpes con la mujer en la entrada del portal donde reside la víctima, en el barrio de Sansomendi. Un testigo de la agresión avisó a la Ertzaintza de lo sucedido y los policías autonómicos acudieron de inmediato al lugar. Una vez allí, solicitaron una ambulancia para la víctima, ya que tenía una ceja abierta y alguna otra contusión, por lo que fue evacuada al hospital Txagorritxu. El presunto agresor fue localizado una hora más tarde en su domicilio, donde fue arrestado. El detenido pasó durante la mañana de ayer a disposición judicial.

Estos casos y todos los que componen la memoria de la Fiscalía sirven para conformar un perfil de la violencia machista en el conjunto del territorio histórico. Ésta afecta especialmente a las mujeres inmigrantes. Aunque su peso dentro de la sociedad no alcanza el 10% de la población femenina, constituyen el colectivo que más solicitudes de órdenes de protección tramita ante los juzgados de violencia sobre la mujer, con cerca de un 35% del total.

Tal vez el fenómeno obedezca al hecho de que estas víctimas están lejos de su país natal y que por ello están más desprotegidas, pero lo cierto es que se han convertido en uno de los objetivos favoritos de los ataques machistas y, lamentablemente, uno de los grupos que antes desiste de continuar la lucha legal en contra de los agresores ya que, de acuerdo con las informaciones facilitadas por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, una de cada diez mujeres que renuncia a continuar con el procedimiento judicial es inmigrante.