vitoria. La preocupante situación económica que Álava, al igual que el resto del Estado, arrastra desde finales de 2008, ha obligado a muchas familias a prestar mayor atención al precio de sus compras, sobre todo a las relacionadas con la alimentación. Para muchos consumidores, llegar a fin de mes cada vez se antoja más difícil y cualquier medida para ahorrar es bienvenida. Por ese motivo, en los últimos años, el fenómeno de las marcas blancas se ha disparado y cada vez son más los alaveses que recurren a ellas a la hora de llenar el carro de la compra y ahorrarse unos euros.
De hecho, la mayor parte de los ciudadanos guardan una buena opinión respecto a este tipo de productos. Las encuestas reflejan que casi nueve de cada diez vitorianos (88,6%) considera que la existencia de productos de marca blanca es beneficiosa a la hora de hacer la compra, mientras que un 4,2% ve de forma negativa estos artículos que se caracterizan por ser los más baratos del supermercado.
No obstante, a pesar del aumento en las ventas de las marcas blancas (2,7 puntos, llegando al 33% de las ventas en los comercios de más de cien metros cuadrados), Euskadi sigue a la cola, siendo la comunidad donde menor incidencia tienen estos productos, con una cuota de mercado del 30%.
Y ello, pese a que la Comunidad Autónoma Vasca tiene las marcas blancas más caras del Estado, según revela el Observatorio de Precios. Las ciudades del Estado más baratas, en este sentido, son Salamanca y Zamora. Por su parte, en el otro lado de la balanza se sitúan las tres capitales vascas, Vitoria, Bilbao y Donostia, donde la cesta de la compra es más cara en comparación con el resto.
Pero, ¿cuál es el secreto de las marcas blancas para conseguir abaratar hasta un 50% sus productos? Además de que su gasto en publicidad es prácticamente inexistente, la clave parece estar en que la mayoría tiene detrás fabricantes conocidos que únicamente producen para esas marcas aquellos artículos que son totalmente básicos, con poco valor añadido, y que no implican gastos en innovación, lo que reduce el precio de estos artículos.
Es precisamente por este motivo que, en opinión de los expertos, no puede afirmarse que los productos de marca blanca sean iguales a otros, aunque los produzcan los mismos fabricantes.