MADRID. Así lo ha anunciado en una entrevista con EFE la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, en la que ha analizado los retos de su Departamento para el tramo final de la legislatura, y en la que ha insistido en que no se planea abandonar "de inmediato" el Ministerio si resulta elegida candidata por el PSOE a la Comunidad de Madrid.

Entre esos retos ha citado la ley de seguridad alimentaria, que prevé mecanismos para reforzar la coordinación en esta materia con las comunidades autónomas con el fin de mejorar el control de la calidad y la seguridad de los alimentos, y que incidirá en aspectos como la nutrición infantil y la calidad de vida.

Trinidad Jiménez ha explicado que el nuevo texto incide también en los códigos de autorregulación del sector que ya se han implantado durante los últimos años y en que se definirán los límites a la publicidad que perciben los niños sobre determinados alimentos o los límites de determinados componentes en las escuelas, para evitar que los niños hagan un consumo abusivo de un determinado tipo de productos.

Respecto a la posibilidad de acudir a mecanismos extraordinarios, como el "copago", para financiar determinados servicios sanitarios, la ministra lo ha descartado, y ha asegurado que una opción de estas características no es "equilibrada, justa ni eficiente", porque la cantidad de dinero que se recaudaría sería "muy pequeña" para el fin que se pretende, el de asegurar la sostenibilidad del sistema nacional de salud.

Trinidad Jiménez ha destacado el esfuerzo que ha hecho ya el Ministerio de Sanidad por la austeridad y la contención de déficit público, y ha destacado que las medidas que se han aplicado en el sistema nacional de salud contribuyen a esa reducción con un ahorro de 4.600 millones de euros, y que las que se han implementado en el sector farmacéutico supondrán un ahorro de unos 3.000 millones anuales.

La llegada de Trinidad Jiménez al Ministerio coincidió prácticamente con la aparición de la gripe A(H1N1), y después de que la OMS haya decretado el final de la pandemia, la ministra hace un balance muy positivo de la gestión que se ha realizado, en el Estado y a nivel internacional. "Cuando se habla de salud pública, lo más importante es actuar con carácter preventivo", ha señalado Jiménez.

Pero la ministra ha recordado que el virus era nuevo y las consecuencias de la enfermedad eran completamente desconocidas, que a las dos semanas de detectarse en México el virus ya estaba en España, y que más de 300 personas han fallecido como consecuencia del agravamiento de enfermedades a causa de este virus.

"Afortunadamente no se ha producido la gravedad con la que inicialmente contábamos", ha dicho Jiménez, pero se ha preguntado qué hubiera ocurrido si la gravedad de la enfermedad hubiera sido mayor y la OMS y las autoridades nacionales no hubieran estado preparados.

Ha recordado por ejemplo que en el Estado español se compraron el mismo número de vacunas que cada año se adquieren para hacer frente a la gripe estacional, y se decidió administrárselas a los mismos grupos de riesgo, y frente a quienes están denunciado el despilfarro que supuso la compra vacunas que ahora son inservibles, recuerda también que hubo partidos, en alusión al PP, que quería vacunas para el cien por cien de la población.

La ministra de Sanidad se ha referido además a la aplicación de la nueva ley que regula el aborto, que a su juicio se esta aplicando "sin grandes diferencias" respecto a la anterior legislación, aunque ha subrayado que el nuevo texto aporta una mayor seguridad jurídica y garantías para las mujeres y para los profesionales sanitarios.

Jiménez ha destacado, entre las principales novedades de la ley, que la interrupción del embarazo se pueda realizar en centros públicos, y la incidencia que hace en la prevención de los embarazos no deseados a través de la educación sexual y reproductiva.

La tasa de abortos que se realizan en España se ha reducido ya en un 10 por ciento gracias a la venta de la "píldora del día después", según la ministra, que se ha mostrado convencida de que esa reducción continuará con la aplicación de la nueva ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo.

Ante el anuncio del PP, cuyos responsables han asegurado que derogarán esta ley cuando lleguen al Gobierno, la ministra se ha preguntado si tendrán interés en derogar una ley que pretende reducir los embarazos no deseados cuando no derogaron la legislación anterior mientras estuvieron en el Gobierno.

Además de la ley de seguridad alimentaria, la ministra ha destacado la trascendencia de la futura Ley de Salud Pública, que introduce el concepto de "salud" en todas las políticas públicas con un carácter transversal y que definirá la carta de derechos y deberes de los ciudadanos en el ámbito sanitario.