MADRID.- "Tras el desfile de autoridades, una semana después estábamos solos; se nos metió el frío en el alma pero, a pesar de ello, seguimos peleando ", dijo la presidenta de la Asociación de Afectados, Pilar Vera, mientras uno de sus compañeros llamó "figurante" al fiscal del caso, porque en el último año sólo ha presentado un escrito al juez que investiga el siniestro.

Los afectados, que también criticaron la actuación del Ministerio de Justicia, denunciaron la falta de medios, especialmente técnicos, del Juzgado que instruye la causa, en la que hay más de 70 partes personadas, lo que está ralentizando el proceso y demorando la práctica de pruebas periciales.

Los reproches se dirigieron asimismo a las Administraciones por la falta de ayudas públicas para víctimas de la aviación comercial y porque no haya un órgano central que coordine el seguimiento a los afectados. Las víctimas expresaron también su reconocimiento a la actuación del ministro de Fomento, José Blanco, "frente a la actitud de su antecesora en el cargo", Magdalena Álvarez, así como al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y al Cabildo Insular de Gran Canaria.

Sobre la marcha de las investigaciones, los afectados se mostraron convencidos de que "el accidente ni empezó ni terminó con un error de los pilotos".

"Son fallos humanos, dentro y fuera del avión, antes, durante y después de la tragedia", sostuvo Vera, mientras que Luis Rey, otro de los integrantes de la junta, que perdió a cuatro familiares en el siniestro, aseguró emocionado que exigen Justicia, "no indemnizaciones".

hacia el lugar de la tragedia Al término de la rueda de prensa en la que comparecieron, los familiares de las víctimas del vuelo JK5022 subieron ayer a un autobús que les condujo al lugar exacto en el que se produjo el siniestro, donde tuvo lugar el más emotivo de los actos de homenaje programados para ayer.

Allí, el silencio y el llanto sin consuelo de las familias, acompañados por la música de dos guitarras, sirvieron de homenaje y de recuerdo a quienes perdieron la vida en la tragedia. Mientras algunos dejaban fotos de recuerdo sin poder evitar las lágrimas, los familiares despositaron allí un corazón formado por 154 rosas blancas y 31 ramos con cinco flores cada uno, por los asientos de cada una de las filas del avión accidentado.

El capellán del aeropuerto, el padre Alberto, dedicó unas palabras a "los que se marcharon hace dos años" y quiso consolar a los familiares."Tened la certeza de que las manos que tocaron por última vez a los vuestros, fueron manos queridas". También este viernes se presentó el proyecto de monumento en memoria de las víctimas que dentro de unos meses se instalará en la rosaleda del parque Juan Carlos I de Madrid y que representará el timón de cola del avión siniestrado. Al acto asistieron la delegada de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento d e Madrid, Concepción Dancausa, que se refirió a la leyenda que figurará en el monumento -"En algún lugar... siempre en nuestros corazones"- y dijo que éste "es un símbolo firme y sólido que preservará sus historias y las mantendrá vivas para las generaciones futuras".