Biólogos de la Universidad Técnica de Munich (TUM), en Alemania, han descubierto una pequeña inflamación de la mucosa del intestino que altera su sensible equilibrio y sensibiliza el sistema nervioso entérico, encargado de controlar el aparato digestivo. Este descubrimiento podría estar relacionado con la causa, del síndrome del intestino irritable, que afecta al menos al 10% de la población. El intestino irritable provoca flatulencia, estreñimiento y diarrea, nauseas y retortijones, lo que convierte la digestión en una pesadilla. El afectado tiene que ir al baño con frecuencia y sufre alteraciones del sueño y dolores de cabeza y espalda.