vitoria. Dos desapariciones, dos operaciones de rescate y dos fallecimientos consecutivos en la misma semana y dentro del mismo territorio. Las tragedias de José Félix Chasco y Ernesto Martínez podrían llevar a la errónea conclusión de que adentrarse en la orografía alavesa constituye un riesgo muy elevado o que las desgracias de este tipo se disparan en el mes de agosto.
A la vista de los datos sobre rescates en alta montaña practicados por la Ertzaintza en toda la CAV, puede deducirse que nos encontramos ante una racha de mala suerte, ya que ni Álava es la provincia vasca donde más operativos de esta clase se llevan a cabo ni agosto es el mes más complicado para la brigada de montaña. De hecho, el territorio registra una media anual de 30 rescates, frente a los 50 de Bizkaia y a los 35 de Gipuzkoa, y septiembre es el mes que más quebraderos de cabeza provoca entre los expertos de la Policía autonómica por estos motivos.
2004, con únicamente 24 rescates en alta montaña, fue el ejercicio más tranquilo del último lustro en Álava. Desde entonces hasta la fecha, la Ertzaintza se ha visto en la obligación de poner en marcha el protocolo de emergencia en más de 30 ocasiones todos los años. Por meses, el número de intervenciones oscila entre el cero correspondiente, por ejemplo, a febrero o marzo de 2008, y las siete de septiembre de 2005. No en vano, el noveno mes del año se revela como el más traicionero de todos después de sumar 26 rescates entre 2004 y 2009. En el extremo opuesto se sitúan febrero, con sólo seis salvamentos, enero con una decena y abril, con 11 operaciones en seis años.
Pero la montaña no se comporta de la misma manera en los tres territorios vascos. Bizkaia se revela como la provincia más complicada para los montañeros con una media cercana a las 50 intervenciones por año. 2007 fue el ejercicio más movido de los últimos años, con 64 rescates y 2004 el más plácido, con 33. El mes más arduo en la vecina provincia es el de julio, periodo en el que se llegaron a efectuar 10 operativos en 2009 y el menos complejo suele ser enero, en el que se completan entre 2 y cuatro salidas mensuales.
Gipuzkoa entraña, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Departamento vasco de Interior, un riesgo algo mayor que Álava. La Ertzaintza realiza siempre más de una treintena de salidas por año y en un ocasión ha llegado a rozar el medio centenar. Sus meses más complicados son mayo y julio y los más tranquilos noviembre y abril.
En total, la unidad de rescates de la Policía autonómica ha llevado a cabo 688 intervenciones entre 2004 y 2009, de las cuales 173 correspondieron a Álava, 293 a Bizkaia y 222 a Gipuzkoa.
Recomendaciones Iniciar un recorrido por el monte en solitario, sea la época del año que sea, implica ciertos riesgos. Por ello, tanto si dicho recorrido se cubre a pie, en quad, en bicicleta de montaña o en motocicleta, los expertos de la Ertzaintza ofrecen una serie de recomendaciones para minimizar, en la medida de lo posible, el peligro.
Antes de iniciar la marcha se aconseja planificar la excursión, estudiar el recorrido con detenimiento e incluir entre los materiales a cargar en la mochila un plano o mapa del lugar. También resulta conveniente calcular el tiempo que se va a emplear en el recorrido, informar a familiares o amigos del itinerario, informarse de las condiciones meteorológicas, recordar que estas prácticas son peligrosas en condiciones adversas y renunciar a la actividad en caso de que el tiempo no acompañe.
Es imprescindible llevar ropa y calzado adecuados al lugar y época del año, además de agua, alimentos energéticos de poco peso, como frutos secos, chocolate, un silbato para alertar de la ubicación en la que uno se encuentra si no es posible moverse y una brújula para orientarse. De todas maneras, hay que ser juicioso y no llevar más cosas de las necesarias, ya que un mayor peso reduce la movilidad y aumenta el esfuerzo. El teléfono móvil es de gran utilidad en caso de sufrir un percance para alertar a Sos Deiak 112. Es conveniente no salir solo y en caso de salir en grupo, no abandonarlo nunca. Son importantes los descansos y no realizar esfuerzos inútiles.
Finalmente, en caso de pérdida, la Ertzaintza recomienda tratar de mantener la calma y procurar no alejarse del itinerario previsto, determinar el lugar en el que uno se halla y buscar referencias que comunicar a los responsables de emergencias.