Vitoria. Álava aprovecha el parón estival para poner en marcha las apisonadoras, las "traga baches" y demás máquinas encargadas de remodelar cerca de 150 kilómetros de las carreteras del territorio, lo que costará cerca de 34 millones de euros a las arcas forales. Estas actuaciones de mejora de la fisonomía y conexiones de la red viaria alavesa se sostienen en cuatro pilares básicos: trazados nuevos, obras de reasfaltado, tratamientos superficiales de riego con gravilla e instalación de nuevas medidas de seguridad.
Para 18 tramos alaveses se trata de un lavado de cara, de un lifting con el fin de quitarles todas aquellas imperfecciones y arrugas fruto de su constante exposición a las inclemencias meteorológicas, tras un duro invierno en el que las lluvias, heladas y nevadas deterioraron el estado del asfalto. Es por ello que se invertirán 1,6 millones de euros para parchear 70 kilómetros dañados, como ya avanzó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Otros caminos para el tránsito de vehículos, por el contrario, sólo precisan unos pequeños retoques, un reasfaltado más sencillo que se enmarca en los tratamientos superficiales de riego con gravilla. Nuño y Pescador es la empresa que por un millón de euros se encarga de mejorar pequeños puntos de determinados tramos de la red local y vecinal: Zikujano, Quintana-Areatza, Morillas-Barrón, Lasierra, Lacervilla, Ezkerekotxa, Alangua-Arrizala, Gereñu-Jauregi, Aletxa, Ribaguda, Viloria-Arreo, Quejo, Basabe-Acebedo, Korro, Quintanilla-Valluerca y Maroño. 16 puntos que sumarían unos 37 kilómetros afectados.
trazados nuevos En otros casos es necesario empezar desde cero, crear unos trazados nuevos con el fin de mejorar las conexiones entre diversos núcleos de población. Se trata de reducir la duración de los viajes en cerca de 40 kilómetros y, por ende, de las obras de mayor envergadura para Obras Públicas dada su inversión de 30 millones de euros.
Así, por ejemplo, en la cuadrilla de Añana ya están en marcha la travesía Villanueva en el cauce del Olmecillo. En estos 1,3 kilómetros de actuaciones -que se prevén que concluyan en primavera- se incrementará la anchura entre unos 6-7 metros para eliminar los puntos de escasa visibilidad y para asegurar la existencia de una acera accesible desde todo el territorio. Los trabajos del equipo que lidera Luis Zarrabeitia en Añana también se concentran en la vía Subijana-Andagoia. El proyecto comprende 13 kilómetros de ruta, incluyendo el ensanche del túnel de Techa. Dado que la obra obligó al corte de la carretera, la Diputación subvenciona el importe total del trayecto por autopista con entrada y salida en Pobes-Altube, una medida que ya llevó a cabo cuando se produjo el desprendimiento de la vía en Subijana Morillas con motivo de la ciclogénesis. El lavado de cara costará nueve millones de euros y se podrá presumir de él a finales de otoño-invierno.
Las carreteras de Rioja Alavesa también podrán lucir un aspecto más lustroso. Algunas más pronto que tarde, como el cruce que une Laguardia con Navaridas al que se destinará cerca de medio millón de euros para que el aumento de su anchura esté lista tras el verano. En marcha también está la vía Villabuena-Elciego, con 4 kilómetros y 2,3 millones de euros de presupuesto.
Las máquinas empezarán a funcionar en los próximos días en otras tres vías riojanoalavesas. El trazado Briñas-Labastida-San Vicente se renovará en 3 kilómetros, costará al Palacio de la Provincia dos millones de euros y se espera acabarlo en la primavera del año que viene.
La mejora del tramo entre Alto de Moraza y Peñacerrada es otra de las obras que empieza este mes para construir una calzada de seis metros y dos arcenes de un metro cada uno. Asimismo, la Diputación espera comenzar después del verano la mejora de la travesía de Peñacerrada, por la que continúa la A-2124, para la que destinará un millón de euros. En agosto también se reformarán 7,5 kilómetros de la carretera Leza-Elciego, que durarán un año y costarán 4,5 millones de euros.
En Zuia, la rehabilitación de la Izarra-Beluntza ya está acabada en este último punto y el resto se espera para septiembre. Ahora empiezan las obras en 7,5 kilómetros de la Etxabarri-Ibiña en los cuatro viales de reposición de los caminos agrícolas y para un viaducto sobre la autovía.
En Ayala se habilitará el Alto de las Chozas para que a finales de año deje de ser una de las vías alavesas más peligrosas. La seguridad en la cuadrilla de Agurain se incrementará en los accesos al polígono de Okiturri y en la zona de descansos de vehículos pesados de El Ventorro, paralela a la N-1, frente a Asparrena y San Millán.